lunes, 19 de marzo de 2018

EN CASO DE QUE GANARA...

 

Buenos días a todos desde París.  Desafortunadamente no he podido estar presente en el fallo del premio BAM de cuentos de este año por cuestiones de distancia geográfica.  De ser leídas estas líneas, gracias Philippe, entiendo que es porque mi libro “Coreografía del desencanto” fue el elegido por el jurado del certamen como ganador del certamen 2018. De ser así, mi primer agradecimiento es para los miembros del jurado por el fallo que imagino siempre suele ser muy difícil. Gracias por el tiempo de su vida y la atención que le otorgaron a mis narraciones (espero que mis personajes, en su mayoría artistas neuróticos, marginales inconformes y casi todos insomnes melancólicos no los hayan desesperado demasiado, pero si así fuera  me alegra porque esa era también la intención) De igual forma agradezco a todos los organizadores de este certamen, al Banco Agrícola Mercantil por el premio en metálico, a la editorial F&G editores y a las personas que en paralelo hacen que un libro más sea posible.
Debo decir que aunque quisiera, hoy me es imposible enumerar los tantísimos detalles que hicieron que este libro resultara tal cual, quizá porque la necesidad de reunir y unificar cuentos  en un libro, es muy semejante a la necesidad de escribir sin saber lo que se va a descubrir, ya que si algo tiene este ejercicio en común es el de la curiosidad de no saber con qué nos vamos a encontrar al final (‘Uno escribe lo que puede y no lo que quiere’ decía Borges, con increíble lucidez) En su mayoría, lo 22 cuentos aquí reunidos empezaron siendo pequeños universos anecdóticos y muy distintos de lo que hoy son. Algunos incluso fueron durante algunos años la tentativa de lanzarme a escribir novelas cortas y hasta dos o tres novelas largas, algo para lo que no soy nada bueno… Quizá por eso preferí dejarlos descansar encima del piano, llevarlos metidos en la mochila a todas partes, tenerlos siempre durante la noche en la cocina o bajo la almohada, hasta que ya pasado cierto tiempo algunos fueron rompiendo el cascarón, y decidieron vivir por si solos, y yo me atreví a retomarlos de nuevo para dejarme llevar por los imprevistos de la imaginación y acompañar a los personajes durante incontables horas de insomnio a lo largo de varios años hasta que llegaron a ser lo que son… ( Ningún autor es bueno para hablar de manera profunda sobre lo escrito y en lo personal desconfío de quienes pueden hacerlo, así que lo mejor va a ser que ustedes lean el libro cuando sea publicado en su momento)  





Una pequeña aclaración:
¿Por qué “Coreografía del desencanto” está dividido en tres partes encabezadas cada una de ellas por tres ciudades distintas?

París, porque se trata de la ciudad en donde he pasado la parte más larga de mi vida. Barcelona, porque es la ciudad fugaz de Europa a donde siempre vuelvo para romper con el malhumor de los franceses y el mal clima de París, y por ser el territorio ideal en donde me  gustaría terminar algún día mi vida. Y Guatemala, por razones que son más que obvias.. y en este punto quisiera subrayar algo importante: … El año en que yo llegué a Francia con una beca del gobierno francés para estudiar música (1985) fue el mismo en que falleció en la ciudad de Albi el escritor guatemalteco Manuel José Arce. Yo nunca lo conocí, aunque más tarde algunos de sus amigos se convirtieron también en mis amigos. Y es un extracto de uno de sus textos (‘Yo no quisiera ser de aquí’) el que se impuso como uno de los epígrafes  que mejor sintetizan el ambiente que planea sobre el ensamble de cuentos que forman este libro. El extracto dice así:  “…uno anda llevando su Guatemala adentro, como un amado cáncer, como una idea fija, como un verde corazón que siempre duele al palpitar y que palpita siempre”.  
La otra parte del párrafo del texto de Arce que omití para no alargar el epígrafe, y que hace referencia a Guatemala dice: “Yo no quisiera estar aquí, Yo no quisiera ser de aquí. Y aunque me duele el dolor del mundo, perdóneseme, pero me duelen menos otros países, que éste.” La omisión no es anodina, y me fue dictada probablemente con cierto optimismo por los mismos personajes de mis cuentos, que me decían que ellos eran capaces de interpretarla o transformarla de forma más esperanzadora, en algunas partes quizá más dramática, en otras tragicómica, y hasta melancólica y absurda, pero siempre desde su propio exilio.
Espero de todo corazón que cuando tengan el libro entre las manos encuentren en él algo que los conmueva, que los irrite, que los divierta, por sobre todo que los distraiga, o lo que sea, pero que no los deje indiferentes.
Quisiera darle las gracias a mi hermana Giovanna, que hoy me representa y está compartiendo con ustedes, porque siempre ha confiado en mis aventuras artísticas desde que éramos muy niños sin ponerme nunca peros y aportándome incondicionalmente confianza, cariño, tiempo y mucho entusiasmo.
Gracias a todos los presentes ahora en Sophos, y gracias a mis amigos editores del Periódico, La Hora, y la editorial Magna Terra que nunca han dudado en publicarme y confiarme espacios en los diarios y revistas con las que por su lado batallan. Espero poder conocer a todos los presentes personalmente cuando “Coreografía del desencanto” se presente en Guatemala. Mientras tanto les va mi amistad incondicional y un cordial saludo desde París.

Posdata:
Si no gané por lo menos este discurso me va a servir  para cuando me den un Oscar en Hollywood junto a Mickey Mouse y  Pluto por los años juntos en Disneyland París. Qué viva la literatura y que viva el Arte.  


Texto enviado desde París y leído por Philippe Hunziker, director general de la librería Sophos, después del fallo del certamen de libro de cuentos BAM 2018.