martes, 25 de marzo de 2008

Niños de rapiña








De niños pescábamos nubes blancas en el reflejo de una laguna. Teníamos un cayuco desde donde tirábamos el anzuelo que jamás subió con un pez, sólo con nubes hechas de noviembre. Fuimos creciendo y aquél cayuco de trancas no pudo más con nuestros años. Las nubes que talábamos a diario abrieron un camino hacia la superficie por donde libres subieron plesiosaurios.
Hoy la laguna es un pantano. Nosotros tenemos miedo y el cielo siempre esta gris. Las nubes que aún viven en el granero se han enmohecido, y sin embargo cuando las observamos a través de la luz de una vela, vemos el color de la lluvia añeja que guardan, y el color celeste de aquel cielo al que ahora le ha dado por no perder más nubes de algodón en ningún lago.


***

Los buenos pescadores son aquellos que respetan la naturaleza del océano. Son los niños que sin decirlo padecieron de lactancia en los brazos de una sirena.


***

Se supo en un puerto lejano
del noble corazón de las sirenas
porque iban a morir al igual que las ballenas
a la bahía en que naufragara un barco de niños piratas y tiranos.





***



Mi hermana lloraba, porque decía que queriendo curar
las patas a un ave enferma, le había herido las alas,
y ahora las nubes estaban manchadas de rojo.


***


Las botellas que flotan con un mensaje
no tienen ninguna esperanza, pero siempre están
rodeadas de azul.


***

De los dos pasajeros del aeroplano que naufragó en la bóveda celeste sólo uno sobrevivió al encontrar una nube desierta, pero nunca quiso enviar un mensaje en aquella botella que siempre reflejaba el azul empíreo. No quiso lanzarla nunca, por miedo de que cayera al océano y alguien la confundiera con la del náufrago terrestre que había perdido una botella con el azul del mar.










Marlon Meza Teni.
Miettes de lune / Noches de pan con luna
Poèsie
Editions L'Harmattan. Paris 2004.
Poètes de cinq continents.






















Colores que saben volar


…Unas cuantas palabras, para despertar. Un vaso de agua del mar y un ramo de orquídeas ; a medio día sopa de crucigrama, y antes de irse a la cama, una copa de frases con miel de abejas, no tan fuertes para que el sueño no traiga rejas…
Así lo explicaba el mayordomo de la casa, a la nueva criada.
-…y sobre todo sin ruido, al gorila le gustan las palabras en silencio.


***

Volando aprendí a huir del perro que me perseguía. A diario lo encontraba en la misma esquina y empezábamos, yo a correr, y él a tratar de alcanzarme furioso. Durante meses me escapé por las nubes cuando sus colmillos estaban a punto de atraparme. Un día el perro aprendió a volar y desde entonces tengo forzosamente que abrir los ojos, angustiado, para ver la constelación septentrional de Pegaso. Es el despertar lo único que se me ocurre por el momento para librarme de las alas y los colmillos del perro, porque sería muy cínico de mi parte querer hacerle entender que sólo los caballos pueden volar y que yo no tengo nada de pirata.



Marlon Meza Teni.
Miettes de lune / Noches de pan con luna
Poèsie
Editions L'Harmattan. Paris 2004.
Poètes de cinq continents.

Carnavales para el equívoco


La otra noche,
torpemente dejé caer mis somníferos
al abrir el frasco. Traté de recuperarlos uno por uno
pero al despertar me dí cuenta de haber olvidado el que fingiendo una semilla fue a esconderse en la humedad de una maceta que aceptaba la vida normal
de una planta sin problemas.

***

La palabra diccionario
adentro de un Dicccionario
es el ego de éste, disfrazado de minúscula.

***

Siempre he preferido
la inevitable ley de gravedad
de los ángeles caídos,
a la ilusión de los dudosos peldaños
que conducen al cielo.

***

El vagabundo pobre del barrio
logró bajar una nube para ponerla de almohada
pero sus sueños amanecían demasiado húmedos
y no tenía sol para secarlos.
***
Ayer,
de tanto confundir mi lengua entre la suya
una mujer me ha dicho que tenemos besos babilónicos
con torres condenadas a querer tocar
la bóveda celeste.


***


No puedo,
ni me gusta dormir con la ventana abierta,
porque se meten las brujas a robarme las manzanas
de los árboles que sueño ; le dan escobazos a mis pesadillas y se pelean con mis ogros. A éstos los tengo encadenados, la lucha no es leal y al final no son tan villanos.


***

Me desperté enredado entre tus labios
pero eran sólo mis palabras
y preferí cerrar los ojos hasta que amanecieras.

Marlon Meza Teni.
Noches de pan con luna.
Poèsie.Editions L'Harmattan. París 2004.
Poetès des cinq continents.

Constataciones Celestes




Los ángeles guardianes de una catástrofe aérea no tienen alas.

***

En París, los ángeles visten de gris.

***

En California, Los Ángeles viven celosos
por la belleza de San Francisco.

***

En Guatemala, no son quetzales, sino ángeles guardianes
los que tienen el pecho rojo por la sangre maya.

***

Los ángeles no toman vino tinto, solo blanco, para borrachos seguir transparentes e invisibles.




Marlon Meza Teni.
Noches de pan con luna / Miettes de Lune.
Poètes des cinq continents.
L'Harmattan. Parîs 2004.






Angeles callejeros III


Era una ángel, siempre lo aseguró
que tocaba y aleteaba en su ventana
hasta que él abría y la dejaba meterse entre la cama

La noche nunca pasó a mayor cosa
porque sabía que las ángeles no tienen sexo
y porque creía que soñaba

Pero una vez después de abrirle la ventana,
sufrió un desahogo y empapando delirio,
amaneció a su lado, una carta de adios
y una pluma de aquella ángel ; mojada,
que decía que la habían cambiado de humano
y tenía que partir hacia el Pacífico
antes de la madrugada.

Marlon Meza Teni.
Noches de pan con luna.
Poèsie.Editions L'Harmattan. París 2004.
Poetès des cinq continents.

El Rabinal Achí ¿Patrimonio de la humanidad, o vitrina histórica de las fracturas sociales en Guatemala?




Entrevista con Alain Breton
(publicada en la revista "Este País". Junio 2006.)


(Etnólogo, investigador del Centro Nacional de Investigaciones
Científicas de Francia, especialista y traductor
del Rabinal Achí al francés)


Por: Marlon Meza Teni

1. ¿Qué es y qué significa, en palabras de Alain Breton, el Rabinal Achí?

Yo diría que el Rabinal Achí es un texto prodigioso y misterioso. Prodigioso porque: 1/ que yo sepa, no hay otro texto al cual se le pueda comparar. Tanto por su arquitectura general (repartición de los protagonistas, equilibrio de los cuatro actos, revelación progresiva del mensaje) y su construcción (en diálogos) como por su forma tan peculiar y sistemática de paralelismo semántico o gramatical, sin olvidar que se trata de un juicio político, un género poco representado en la literatura; 2/ es el único ejemplo viviente de toda una serie de piezas que, antaño, los Mayas de los Altos de Guatemala solían producir y representar pero que, con los años y la presión de las autoridades eclesiásticas coloniales, abandonaron poco a poco.
Ahora el misterio que rodea este texto se expresa, para mí, en dos preguntas. ¿Cómo este texto logró sobrevivir en Rabinal (y en ningún otro lugar) durante tantos siglos? ¿Cuál fue su forma narrativa original, sabiendo que el texto actual no es más que una transcripción en escritura latina, sin duda hecha en el siglo XVI? Si la fecha que yo asigno a la creación histórica del texto, o sea la segunda mitad del siglo XV, es correcta, entonces hay que admitir que debió de existir una versión anterior a la Conquista, bajo la forma de códice o de lienzo, cuya pictografía servía de soporte a la narración oral.
Por otra parte, recordémonos que el texto sirve, aún ahora, de guía para un baile, llamado Xajoj Tun, y que seguramente este baile nos proporciona una imagen, sin duda empobrecida, de los grandes ritos políticos del periodo Postclásico en los cuales se destacaba la figura triunfante del rey.
Por todas estas razones, nos encontramos frente a una obra única en el patrimonio cultural e histórico de las Américas que, sin duda, merecía ser reconocida internacionalmente.


2. Precisamente, en noviembre pasado (2005) Unesco declaró “Patrimonio oral e inmaterial de la humanidad” al ballet drama Rabinal Achí. ¿Qué se espera de ahora en adelante...?

Dicho reconocimiento de parte de la Unesco, es una distinción, una labelización, que no significa ayuda económica directa. Ahora, es responsabilidad del gobierno de Guatemala hacer lo necesario para proponer y apoyar iniciativas que permitirán perennizar el asunto. Y aquí es donde se presentan las dificultades, interrogantes y ambigüedades, de índole político, cultural y ético. El Rabinal Achi es, ante todo, un ritual que tiene su propia temporalidad y espacialidad, o sea que toma todo su significado en un contexto específico. Antaño, se representaba en Rabinal cada siete o trece años, era una manifestación muy valorada que tenía preparativos largos, otros rituales asociados, y una serie de prohibiciones alimenticias y sexuales para los que actuaban. Desde hace varios años, la frecuencia de las representaciones tiende a acortarse, hasta ser casi anual, y eso significa un cambio muy importante, aunque se mantiene como ritual relacionado a las fiestas de San Sebastián (figura cristiana del sacrificio) y San Pablo (santo titular de la comunidad). Considerar al Rabinal Achi como un puro espectáculo que daría funciones a la demanda (en los festivales folklóricos nacionales e internacionales, o con fines turísticos) sería un cambio drástico e irreversible. Ojalá que las autoridades, a cualquier nivel que sea, no se aprovechen del reconocimiento y de la eventual ayuda que podrían proporcionar para instrumentalizar la representación de la danza. Ya hubo intentos, tanto por parte de la municipalidad como del ministerio de la Cultura, o, más recientemente, del Congreso de la República. El Rabinal Achi no se puede comprar, y los encargados y bailadores deberán de ser firmes en mantener una cierta ética que le evite caer en esta categoría de pseudo-rituales neo-mayas que hoy se multiplican, a la demanda y contra pago.
Yo siento que ahí hay un reto muy difícil, y si tuviera un solo consejo que dispensar, sería el que se deje vivir al Rabinal Achi respetando su propio ritmo.


3. Curiosamente el gobierno de Guatemala no quiso pronunciarse al respecto en el momento oportuno y, sin embargo, pronto se habló de un plan de acción en el cual éste (es de suponer que mientras tanto se informaron) y una serie de entidades se comprometen a salvaguardar la pieza. ¿Qué opinión, y qué reservas le merece todo esto?

Si bien he participado, con muchos otros, a armar y defender la candidatura frente a la Unesco, no he seguido todas las etapas del proceso. Sólo sé que hubo mucha motivación y dedicación por parte de quienes fueron encargados de dicha candidatura.


4. Guatemala es un país de terribles fracturas y divisiones étnicas y sociales. Es sabido que desde la conquista española, con excepción de un par de gobiernos, todos los demás han sabido aprovechar y hasta fomentar las querellas étnicas. Aparte del aspecto mítico de una obra literaria que se considera hoy como la única pieza teatral prehispánica que ha sobrevivido en toda América, y sea cual sea el fondo de este reconocimiento por parte de Unesco, ¿Cree usted que la división entre los pueblos merece ser exaltada por una dependencia de las Naciones Unidas, organización que funge como lazo de unión entre los pueblos? ¿No hay cierta ambigüedad en el hecho de que el Rabinal Achí sea una pieza que representa la separación de dos pueblos?

No… No diría las cosas así.
Primero, el Rabinal Achi no vanagloria en absoluto la separación o la división entre los pueblos (en este caso entre los Rabinaleb y los K’iche’). Al contrario, el texto denuncia el juego peligroso y anticuado del guerrero K’iche’ Achi’, que sigue siendo agresivo hacia los Rabinaleb cuando las autoridades tutelares han emitido propuestas para que los dos pueblos dejen de fomentar la guerra (“Dejemos de consumir [sacrificar] a nuestros hijos y hagamos crecer juntos nuestras puntas de ayote…”). He mostrado en mi análisis del texto que a K’iche’ Achi lo condenan por negarse a la paz y porque representa el caos del pasado (marcado por constantes conquistas y guerras interétnicas) y que este caos debe de ser sustituido por un nuevo orden social y político en el cual el guerrero se mantenga fiel y subordinado a la autoridad del rey. Un poco así como las constituciones modernas que colocan a los ejércitos bajo la juridicción del poder civil. Además, el juicio hecho a K’iche’ Achi es muy democrático en su forma y el acusado tiene todo el derecho a defenderse de manera contradictoria y, si se arrepiente, hasta de ser adoptado por los Rabinaleb, pero, al final, él es quien rehusa las ofertas, se encierra en un comportamiento airoso y provocativo y se condena a sí mismo a una muerte anunciada. Tenemos un caso similar en la actualidad con el juicio de Saddam Hussein, y no dudo un instante en que tal comportamiento sería el mismo que mostrarían algunos militares, que conocemos todos, frente a sus jueces durante un improbable juicio.
Segundo, hay que ser realista, creo que este reconocimiento del Rabinal Achi por parte de la Unesco es una decisión política, o más bien dicho, estratégica: entre los diferentes candidatos, la institución internacional tiene que tomar en cuenta los orígenes geográficos y los contextos culturales de los que va a premiar con el fin de garantizar una justa repartición. No sé cuáles fueron los demás candidatos americanos o amerindios, pero seguramente el Rabinal Achi era, para el año 2005, el mejor candidato para este continente.
Tercero, y con la misma reserva, pienso que ni siquiera la mitad de las personas que tuvo el expediente entre sus manos se tomó la molestia de leerlo o de entrar realmente en la substancia del texto. Es una inquietud grande la que tengo en cuanto a la capacidad de los lectores de meterse de lleno en los textos-fuentes. Prefieren remitirse a los comentaristas y así lucir en los salones, cenas y otras charlas en vez de forjar su propia opinión. Y eso se verifica tanto en Francia y Europa como en Guatemala en donde, además, con sólo decir “Rabinal Achi” o “Popol Vuh” a la gente le provoca una postura mezclada de respeto e ignorancia... Las cosas “sagradas” son sagradas y punto. Incluso en Rabinal, muchos ahora toman consciencia de la importancia del texto local sin que por ello lo conozcan realmente o se pongan a leerlo.


5. Desde Brasseur de Bourbourg, a quien le fue dictado el drama en Achí, Georges Raynaud, quien según el mismo Asturias pasó cuarenta años traduciendo el Popol Vuh del quiché al francés, hasta llegar a usted, Alain Breton, que también tradujo el Rabinal Achí, resulta evidente el interés de los investigadores franceses por lo que sucede en “este país”... ¿A qué se debe?

Bueno, a los franceses (y a los europeos en general) del siglo XIX les encantaban las antigüedades (seguramente una consequencia de la campaña napoleónica de Egipto) y los científicos franceses siempre han sido de los primeros en interesarse en los Mayas. Podríamos citar a decenas de exploradores, arqueólogos, eruditos, que han participado desde el siglo XIX al “descubrimiento” de la cultura maya antigua pero también de la actual.
En épocas más recientes hubo en Guatemala una serie de misiones científicas dirigidas sucesivamente por Henri Lehmann y Alain Ichon en Colotenango, Mixco Viejo, y varios proyectos interdisciplinarios (en los cuales tuve el honor de participar) en la región de San Andrés Sajcabajá (El Quiché) así como en Rabinal y el Valle del Chixoy. La violencia nos ha alejado de Guatemala durante varios años, pero ahora tenemos una presencia institucional permanente con la antena del CEMCA (Centro Francés de Estudios Mexicanos y Centroamericanos) que se abrió en 1987 y que, desde entonces, desarrolla varios proyectos en las diferentes disciplinas de las ciencias sociales, organiza conferencias, coloquios y seminarios y publica los resultados de las investigaciones. En Francia, hay mucho interés por los estudios mayas, de parte del público en general que viaja más y más, y en particular de los estudiantes. También forma parte de nuestro trabajo enseñar en la universidad la historia, etnohistoria, lingüística, epigrafía, literatura, y antropología de los grupos mayas de América Central (incluyendo Chiapas y Yucatán).


6. Puede contarnos cómo se da y cuánto tiempo le llevó su traducción del Rabinal Achí.

Es una larga historia -a la vez científica y personal-, la que me llevó a trabajar el texto. Como antropólogo, estuve trabajando en Guatemala desde 1976 y en Rabinal desde 1978. El objetivo era estudiar la religión popular y la organización de las cofradías. Con el tiempo, hice un estudio más amplio de las prácticas y discursos rituales, abarcando lo que llamamos “literatura oral”, o sea la memoria indígena inscrita en los parlamentos y exégesis de los especialistas religiosos. De regreso, después de los años más negros del conflicto, orienté mis investigaciones hacia las representaciones políticas de la autoridad y del poder entre los Achi de Rabinal y Cubulco, y me di cuenta de que estas representaciones tenían raíces muy profundas en la historia. Claro está que ya conocía el Rabinal Achi (las versiones de Brasseur y de Cardoza y Aragón), pero no me llamaba la atención más que como un episodio anecdótico de la historia local. Pero con el paso de los años -con proyectos vinculados hacia las representaciones de lo político, y también con más conocimientos de la lengua local-, el Rabinal Achi me apareció como un texto eminentemente político e indispensable para informarnos acerca de las representaciones antiguas de la guerra, del poder, de la historia, así como sobre las figuras del guerrero y del rey (temas omnipresentes en la cultura Clásica, pero menos documentados para el Postclásico). Ya trabajaba, de manera continua desde 1986, con don José León Coloch, excelente colaborador para la traducción de los textos rituales que yo había grabado y recopilado anteriormente en las fiestas y santuarios de las cofradías, cuando, un día de 1987, él me presentó el viejo cuaderno de Manuel Pérez (1913) que conservaba mientras era él el encargado del baile de Rabinal Achi. Esta fue la chispa que me hacía falta para emprender la transcripción y hacer, con él, una primera traducción ágil del texto. Trabajamos juntos unas tres semanas y viajamos a los distintos lugares señalados en el texto, reconociendo y reconstruyendo el escenario de las acciones, y elaborando y discutiendo nuestras respectivas teorías. Al fin y al cabo, en el libro que publiqué en francés en 1994, en castellano en 1999 (en inglés próximamente), el texto, su análisis y las interpretaciones salieron muy diferentes de las que se dibujaban en el campo. Mientras tanto, yo había recopilado todos los estudios históricos posibles, examinado en detalle otros textos y, sobre todo, trabajado una quincena de diccionarios coloniales que se acercaban más a la lengua del siglo XV, época en la cual fue sin duda creado este texto. Con el acuerdo de mi amigo, don José León, obtuve la autorización para publicarlo y firmarlo con mi nombre.
Quiero añadir, si me permite, que este libro es una obra académica de 450 páginas, por supuesto difícil de leer y relativamente cara. Tenía el deseo de publicar un libro más chiquito y de costo reducido para divulgar y dar a conocer este texto que, no lo olvidemos (con o sin el label Unesco), es una obra maestra de la literatura universal. Es cosa casi realizada, puesto que pronto saldrá en la editorial Artemis Edinter un librito que restituye el texto fuente del Rabinal Achi, en español (en la excelente versión que hizo Jorge Martínez a partir de mi propia versión francesa), sin notas ni comentarios, sólo unos mapas para ubicarse y destinado al público en general, guatemalteco e hispanohablante…


7. La antropología, la etnología –desde luego la política–, y hoy una nueva tendencia pseudo-intelectual y pseudo-culta, siguen utilizando la imagen del indígena para ganar protagonismo; pero... fuera del Rabinal Achí, el Popol Vuh, los Libros del Chilam Balam, y otras tantas expresiones literarias y artísticas que el hombre y la historia han sublimado ¿Cree usted que en la actualidad se valora en su justa medida la expresión artística del indígena? ¿Cuál es el balance, y los aspectos positivos que esta fiesta alrededor del Rabinal Achí abre al arte índigena hoy día?

Que la expresión artística indígena sea valorada a su justa medida, no lo creo, pero es un proceso en curso, que empezó en 1992 con el Premio Nobel de la Paz a Rigoberta Menchú, luego con los Acuerdos de Paz y con el Decenio de los pueblos indígenas decretado por la ONU, y este proceso no se va a detener. En 15 años, los Mayas ganaron mucha visibilidad en el paisaje social, cultural y político de Guatemala, y el reconocimiento del Rabinal Achi por la Unesco participa de este proceso. Ahora bien, no hay que conformarse con la situación actual ya que queda mucho por hacer. Aunque de nuevo, el peligro sea la folklorización de la cultura indígena o su instrumentalización con fines políticos o turísticos. No olvidemos que se trata de una cultura milenaria, vigente y activa. Ella resiste desde siglos a su aniquilación y ella misma sabrá transformarse, adaptarse al mundo moderno y globalizado, y sabrá defenderse a su manera de las agresiones o manipulaciones externas. Queda claro que la expresión de la identidad maya va a inventar nuevas formas y modalidades, pero ésta misma identidad está demasiado anclada en la historia y en la tierra como para fundirse mañana en una suerte de ciudadanía anónima.


8. He oído decir que el interés de los investigadores extranjeros es como un azadón, y que Guatemala les interesa únicamente como un territorio históricamente fértil del cual pueden sacar provecho, pero que no existe la reciprocidad científica de los investigadores franceses hacia los guatemaltecos ¿En qué medida el trabajo de investigación de los guatemaltecos ha fortalecido el suyo? ¿Puede citar algún ejemplo?


Hablemos claro. Como antropólogo, yo pertenezco a una comunidad científica que no conoce fronteras, y tengo tanto respeto hacia mis colegas guatemaltecos como hacia los demás. En cuanto a la reciprocidad, las publicaciones, pero también las ponencias en los coloquios o las conferencias, son las formas naturales de comunicación compartida dentro de la comunidad. Ahora bien, es verdad que si Guatemala tiene eminentes historiadores, sociólogos, politólogos, arqueólogos… la antropología se ha quedado atrás. Quizás por ser tan fuerte en Guatemala la ideología de “lo nuestro”, esta disciplina no ha conocido grandes desarrollos teóricos y prácticos. Como la astronomía, la antropología es una observación distante del Otro; si no existe este distanciamiento, la vista analítica y crítica está tapada. Imagínese a alguien mirando una foto de muy muy cerca... sólo ve une serie de puntos, pero no se da cuenta de que estos puntitos forman un conjunto ordenado y significante. Al mirar los rasgos culturales (herencia del “indigenismo”), se pierde la percepción de la totalidad. Una vez aclarado esto, debo decir que tengo excelentes colegas antropólogos que sí hacen trabajos de muy buena calidad, mujeres en particular.


9. Un sin fin de personas asoman de pronto y se adjudican –como suele suceder– este logro. Aparte del pueblo Achí, que pudo salvaguardar este ballet durante siglos. ¿Cuál es la parte objetiva y cuál la caprichosa, y “oportunista” si hubiera que situar las cosas en un contexto y dar al César lo que es del César y un verdadero reconocimiento a quienes han trabajado en la sombra con esmero? ¿Podría citar nombres?


Por supuesto, hay oportunismo en todo esto, pero lo que importa es el resultado. Lo que yo sé, es que desde años atrás, pocos hombres de Rabinal –don Esteban Xolop y don José León Coloch por no citarlos– han llevado la representación del Rabinal Achi a puros hombros, con dedicación, devoción y sacrificios, a expensas de su economía doméstica, de su vida familiar y, a veces, de su propia salud. También hay que citar a los bailadores anónimos sin los cuales la danza no sería sino un recuerdo del pasado. Pienso también en los sucesivos copistas del texto, Bartolo Sis y Manuel Pérez siendo los últimos conocidos, que con una infinita paciencia se dedicaron a copiarlo escrupulosamente aunque pocos versados hacia la escritura. En lo que concierne al expediente presentado ante la Unesco, no conozco a todos los interventores, pero he visto en varias oportunidades a los encargados del Ministerio de la Cultura y del IDAEH en relación con la candidatura y le puedo confirmar que hicieron muy bien su trabajo


10. ¿Sigue trabajando actualmente en el Rabinal Achí? ¿Cuál es su conclusión después de esta fiesta?


Ya no trabajo directamente sobre el Rabinal Achi, pero sí sigo trabajando en Rabinal, con otros bailes, con otros textos, con otras personas. Hace 28 años que estudio allí las tradiciones, la historia, la cultura (o las culturas puesto que me interesa también la sociedad ladina local). La violencia y la modernidad han transformado profundamente las reglas del juego social. Rabinal es un observatorio perfecto de estos cambios que afectan a las poblaciones de Guatemala y que seguiré estudiando, analizando, y queriendo. La antropología, tal como la concibo, necesita paciencia y determinación, distancia e intimidad. Ante todo, si nunca se debe olvidar que es una ciencia social, no deja de ser un arte de vida y un diálogo ininterrumpido entre humanos.

lunes, 24 de marzo de 2008

Paul Auster...Cronología a libro abierto




‘El mundo está en mi cabeza
mi cuerpo está en el mundo’
Paul Auster







Marlon Meza Teni
(Suplemento de la revista "Este País")



Quisiera hacer un acercamiento y hablar de la obra de Paul Auster de la misma forma en que se habla de un amigo del cual se conocen muchas cosas y al mismo tiempo se desconoce todo o casi todo, pues es en los viajes futuros que existen bajo la pluma de un escritor que la magia de la literatura asoma ofreciendo sus más bellos misterios.
Paul Auster, poeta, traductor, crítico, novelista y escenarista, es quizás uno de los escritores norteamericanos más brillantes de la actualidad literaria mundial. Autor de una extensa obra que tiene como escenario principal a la ciudad de Nueva York; explorador de grandes temas que van o derivan de la soledad hacia el azar, y viceversa, lector ferviente de Pascal, Montaigne, Cervantes, Shakespeare y Kafka. Especialista de los abismos profundos del alma y heredero de la tradición literaria americana de Hawthorne, Whitman, Faulkner, Paul Auster es admirador de la obra de Melville a quien considera como el mejor novelista norteamericano del siglo pasado; autor prolífico que se siente impregnado de Montaigne y de Kafka como personajes que lo habitan en alguna parte de sí mismo, y que luego de leer a James Joyce viajaría a Dublín -errando por las calles- con el fin de penetrar los escenarios del escritor irlandés…
Paul Auster nace el 3 de febrero de 1947 en Newark, Nueva Jersey, de padres de origen judío y abuelos emigrados a Norteamérica (Europa Central del lado de su padre y Polonia del lado de su madre)…
...No soy creyente ni practicante, pero si estoy a pesar de todo muy vinculado a mis orígenes judíos, aunque se trata más que todo de un lazo filosófico e histórico...
En1957 y cuando tiene apenas 10 años de edad, sucede un hecho fundamental en su vida, ya que descubre la biblioteca de un tío que habría traducido al inglés a Virgilio y a Homero, y porque hasta entonces ha crecido en un hogar en donde la ausencia ‘casi total’ de libros hubiera podido también modificar definitivamente su destino.
Fue mi primera biblioteca y sin esos libros probablemente yo no me hubiera convertido nunca en escritor…
Paul Auster tiene apenas 12 años cuando comienza a escribir poesía y relatos breves que más tarde él mismo calificará de ‘pequeñas narraciones tontas y sin interés… y sin embargo, hoy,

cuando la edad de oro de la poesía norteamericana está cerrada ( es decir el período de un siglo que comienza con las hojas de hierba de Whitman, y que acaba aproximadamente con los Cantos de Pound) la obra poética de Auster puede ser considerada como un equipaje de primera importancia junto a la poesía de John Ashbery, pues con Auster el poema se convierte en la expresión de una aventura humana.
-...Con la distancia, puedo afirmar que mi poesía es en realidad una parte de mi mismo que no puedo negar, y que ésta dio origen a todo lo que escribo hoy...
A los quince años, sucede otro de los hechos fundamentales en la vida de Auster cuando asiste por primera vez a un partido de béisbol de los Mets de Nueva York. El béisbol será desde entonces no sólo un tema recurrente en toda su obra; (durante sus años de penuria inventara un juego de cartas llamado Béisbol acción y también escribirá una novela policíaca bajo el seudónimo de Paul Benjamín llamada Pelota falsa) sino que además se convertirá en una filosofía a la que acude al decir que se trata del único deporte en el cual no hay que estar muy feliz cuando se gana, ni demasiado deprimido cuando se pierde, y asegurando que sin duda alguna el béisbol ha sido una influencia evidente, creadora de mecanismos inconscientes provocados por la estructura linear de este deporte que tanto le apasiona, y que se desarrolla como un juego lento en el espacio y en el tiempo, de tal forma que un partido puede no sólo variar en cualquier instante sino también resultar teóricamente infinito.
En esos años Paul Auster lee por primera vez ‘Crimen y castigo’ de Dostoievsky, y enseguida se impregna de la obra de Scott Fitzgerald, Faulkner, Hemingway, Dos Passos y Salinger…La idea de convertirme en escritor empezó a perseguirme seriamente en ese momento, ( a los 15 años )… de pronto pasaba el tiempo escribiendo historias en las cuales los protagonistas principales eran niños, gentes solitarias, y poetas…
Paul Auster tiene 18 años cuando ingresa a la Universidad de Columbia, en donde estudia literatura francesa, inglesa e italiana de 1965 a 1970. Durante ese período trabaja también por primera vez en la traducción de textos de poetas franceses, lo cual será una de las bases más importantes de su formación como escritor. Labor contemporánea a la de su propia poesía.
…Traducir, es romper el texto y destruirlo para enseguida construirlo de nuevo por completo. En el transcurso de un trabajo semejante uno aprende tanto de si mismo como de la poesía… Me sumergí literalmente en la poesía porque esta constituye el fundamento mismo de toda literatura…Quería descubrir y masticar la literatura de otros escritores y penetrar en sus palabras…
Ese mismo año, Paul Auster hace su primer viaje a París y vive durante un año en el distrito 13 en donde descubre otro de sus temas recurrentes: El espacio cerrado de una habitación, sitio en el cual la distancia entre las cosas, a pesar de constituir un universo de objetos definidos, es al mismo tiempo un universo ilimitado en donde todo puede suceder.
Paul Auster vuelve a París en 1967 gracias a un programa de intercambio y luego de abandonar la universidad por un desacuerdo con su director de tesis, en ese entonces se dedica a escribir poemas de septiembre a noviembre, sueña con quedarse a vivir en París, y trata de convertirse en cineasta pero es rechazado en el IDHEC ( Instituto de altos estudios cinematográficos) Por ese entonces escribe también largos y fastidiosos escenarios para películas mudas en los cuales cada gesto está detallado de forma excesiva y casi obsesiva.
A los 21 años Paul Auster empieza a garabatear las primeras versiones de una novela que mantendrá a su lado durante casi veinte años y que formará parte de los textos que él mismo considera hoy como sus novelas de formación: ‘En el país de las últimas cosas’ ‘El palacio de la luna’ y ‘Mr Vertigo’
Paul Auster tiene 23 años cuando decide trabajar como ayudante en un barco petrolero que recorre el golfo de México. En ese entonces limpia los baños de la tripulación y realiza las tareas más bajas en apenas 2 horas diarias, reservando para sí el resto del tiempo, que utilizará para leer y trabajar en el borrador de ‘El Palacio de la luna’. Meses después, y con el dinero de aquella aventura sobre el mar viajará de nuevo a París, en donde por fin se instala, y en donde para subsistir acepta trabajar como recepcionista en la antena del New York Times, como profesor de inglés, como traductor, y hasta como escritor anónimo al servicio de otros escritores. Un año después Paul Auster sufre una separación amorosa y el escritor Jacques Dupin le presta una pequeña buhardilla parisina en una calle cercana al museo del Louvre... Fue en este sitio que empecé a tomar en serio mi carrera de escritor… Mientras en Nueva York una pequeña editorial publica su ‘Pequeña antología de poemas surrealistas’ Paul Auster decide orientar sus intereses hacia la poesía y los ensayos críticos, de los cuales podría decirse que surgen como un deseo insaciable de leer, comprender, y analizar las obras antes que rendir un homenaje a sus autores. De hecho y si existe un ensayo esencial e ineludible en la obra ensayística de Auster, es el consagrado a la novela del noruego Knut Hamsun El hambre, del cual en cierta forma se sirve para dar título a la serie de ensayos críticos recopilados en El arte del hambre. Es importante subrayar, que el héroe de Knut Hamsun ( en el cual Auster, estudiante, basa su tesis de licenciatura) es el modelo sobre el cual serán construidos una gran parte de los personajes ‘austerianos’
… Escribir acerca de otros escritores me ayudó a aclarar mis preguntas relativas a la prosa…
Por esos meses recibe la visita de su padre que decide por primera y única vez viajar a Europa… Nuestro encuentro parecía sacado de un libro de Dostoievski; el padre burgués que visita a su hijo en una ciudad extranjera y encuentra al joven poeta, solo, en una buhardilla, y devorado por la fiebre…
En 1973, a pesar de haber decidido su regreso a los Estados Unidos, Paul Auster acepta cuidar la casa de campo de un amigo en el sur de Francia. (Estadía que será ampliamente comentada en su libro ‘La invención de la soledad’)
Un año después, en 1974, Paul Auster regresa a Nueva York con 9 dolares entre la bolsa, época paralela -cuando se publica su traducción al inglés de los poemas de Jacques Dupin ´Fits and Starts’- en que también sale editado su primer poemario ‘Unheart. Paul Auster traduce mientras tanto a Mallarmé, a Joubert, a Sartre, a Simenon, y lee y re-lee a sus grandes autores: Kafka, Hamsun, Beckett y Paul Celan.
…Mi ambición era ser novelista. Entonces, tenía libretas llenas de palabras que no servían para nada ni para nadie…
En 1976 se publica su poemario Wall writing, período durante el cual también escribe tres piezas de teatro en un acto. La primera: Black out, Laurel and Hardy go to Heaven, que más tarde será utilizada en su novela La música del azar, y por último Hyde and Side, de la cual extrae algunas frases que aparecerán más tarde en su novela ‘En el país de las últimas cosas’.
En 1977 nace su primer hijo, Daniel, hecho que marcará enormemente la vida del escritor, quien dirá más tarde: ser padre lo ata a uno a un mundo desbordante. A la continuidad de las generaciones y a lo ineludible que resulta ser la muerte. Uno comprende entonces que se existe en el tiempo, y es a partir de ese momento que ya no puede percibirse nada de la misma forma ( ‘El arte del hambre’)
…Es interesante constatar que no pude escribir mis novelas antes de convertirme en padre.
1978 resulta ser un año particularmente difícil y de extremas dificultades económicas para Paul Auster que cuenta en una entrevista:
...Todo iba mal. No tenía dinero, mi matrimonio se estaba desintegrando y mi hijo era apenas un niño. Los muros estaban cerrándose sobre mí. Fue en ese momento que decidí abandonar la poesía…
Para tratar de ganar dinero inventa entonces un juego de cartas (‘Beisbol Acción’) con el cual simula una partido de béisbol en donde cada carta tiene un papel específico, pero al tratar de venderlo, todo se convierte en un fracaso; por ese entonces escribe también una novela policíaca bajo el seudónimo de Paul Benjamin que enseguida envía al único editor que conoce, y el cual se la devuelve diciéndole que es necesario corregirla, y le sugiere editarla bajo su propio nombre, pero Auster rechaza. (Años mas tarde otro editor que funda una casa editorial lo llama para preguntarle si tiene alguna novela escrita; Auster decide enviarla esta vez, pero poco antes de que la novela sea publicada la casa editora quiebra y la novela queda en cajas de cartón)
En 1979, y a los 32 años, varios acontecimientos importantes van a modificar considerablemente la vida del escritor:
-Paul Auster se separa de su primera esposa y toma un apartamento en 6 Varick Street en Manhattan. (…Ahí viví cosas muy importantes y formadoras a pesar de haber sido un período horrible y de miseria absoluta…) Sitio mítico hoy transformado en un ‘building’, en donde terminará su primera obra en prosa y empezará la primera de una gran serie de novelas hoy catalogadas importantes, rincón en donde se entera de la muerte de su padre y en donde poco después descubre que su abuela había asesinado a su marido: el padre de su padre… Escrito en un mes, terminé ‘Espacios Blancos’ un sábado de enero de 1979. Eran quizás las 2 o 3 de la mañana y me fui a acostar. Estaba seguro de que ese texto iba a ser un puente entre mis dos vidas de escritor. El teléfono sonó a las 8 de la mañana. Era mi tío para informarme que mi padre había muerto. Había sido una muerte súbita. De inmediato tuve una certeza: Supe que tendría que escribir acerca de mi padre…Empecé a escribir ‘La invención de la soledad’ unas semanas más tarde, en prosa; todo venía naturalmente…
Ese mismo año publica también la traducción de un texto de Georges Simenon: African Trio. Un año después sale publicado por fin ‘Espacios blancos’ y es en ese mismo período, que vuelve a encontrar al funámbulo Philipe Petit a quien había cruzado años atrás en una monocicleta haciendo malabarismos por las calles de Montparnasse… Estaba muy impresionado cuando supe poco después que Petit había extendido un cable entre las dos torres de Notre Dame y que había caminado por los aires durante horas; aunque lo que más me impresionó fue pensar en el aspecto clandestino de tal acto…
Un año más tarde Paul Auster conoce a la escritora Siri Hustved al asistir a una lectura de poesía de una amiga y ambos se enamoran inmediatamente. En 1982 publica su excelente antología de poesía francesa del siglo XX, The Random House Book of XXth Century French Poetry, notable no sólo por la selección de textos traducidos sino por los traductores que ha elegido, Ashbury, Beckett, Bowles, Creeley, Dos Passos, Eliot… etc. Pero lo más importante es que en ese mismo año también se publica ‘La invención de la soledad’ , un relato autobiográfico que evoca la muerte y las relaciones extrañas e inconclusas que lo ataban a su padre, y que obtiene un éxito considerable.
Corre el año de 1983 cuando sale editada una traducción de textos de Joseph Joubert, y ‘Una tumba para Anatole’ , el texto de Stephane Mallarmé basado en la muerte de su hijo.
A pesar del éxito obtenido con ‘La invención de la soledad’, 17 editores rechazan ‘Ciudad de Cristal’ en 1985 antes de que por fin uno de tantos se decida a publicarla. Esta es la primera novela de lo que pronto se conocerá como uno de los textos ineludibles en la obra de Auster : La trilogía de Nueva York. Al año siguiente, aparecen publicados también Fantasmas, y La habitación cerrada, con lo cual se cierra la trilogía.
Poco después, a los 40 años, se publica “En el país de las últimas cosas” novela de trama apocalíptica en la que Paul Auster ha trabajado durante 20 años y de la cual hará alusión al decir:…Escribir novelas es un proceso orgánico, y una gran parte de éstas sucede de manera inconsciente…
Un año después en 1988, nace su hija Sofía, de su matrimonio con Siri Hustvedt y también se publica una selección importante de su poesía bajo el título de ‘Desapariciones’. Su carrera literaria toma un rumbo distinto y las publicaciones se aceleran, ya que, en 1989 se publica también otra de las novelas en las que Paul Auster ha trabajado durante más de veinte años: El palacio de la luna, texto del cual hará referencia al decir en 1995 que es la novela que sin duda alguna se enraíza más en un tiempo y en un espacio específicos.
En 1990 se edita ‘La música del azar’ que incluye en su título una de las palabras claves en la vida y obra del autor: el azar. Ese mismo año el New York Times publica ‘El cuento de navidad de Augie Wren’ que cautiva al realisador Wayne Wang quien al leerlo toma contacto con el escritor y le plantea la posibilidad de adptar el escenario de un film que en 1995 se llamará: Smoke y que será completado inmediatamente por ‘Blue in the face’.
1992 llega para Paul Auster con la publicación corregida y aumentada de su libro de ensayos ‘Art of Hunger’, pero también con la publicación de Selected poems of Rene Char, al igual que Selected poems of Jacques Dupin, pero sobre todo con la publicación de su novela Leviathan que un año después obtiene el premio Medicis como mejor novela extranjera en Francia.
En 1993 sale ‘El cuaderno rojo’, que recopila una serie de relatos verídicos y misteriosos, mientras que en paralelo se publica su poemario Autobiografía del ojo.
Paul Auster ve la edición de una novela extraordinaria a los 47 años: Mister Vertigo, fábula maravillosa de un niño mendigo y huérfano que es descubierto en las calles de Saint Louis por ‘Maître Yehudi’, insólito personaje que le enseñará el arte de la levitación. A finales de diciembre empieza el rodaje de Smoke y Blue in the face junto al cineasta Wayne Wang con quien participa como co-realizador.
En 1996 Smoke obtiene el premio de mejor película extranjera en Dinamarca y Alemania.
Paul Auster publica en 1997 su biografía-ensayo ‘Hand to mouth’ en la cual narra las peripecias y dificultades de su ‘decisión personal de carrera’ antes de llegar a ser un escritor reconocido, planteando de nuevo el dilema en términos crudos: ¿Comer o no comer? Y en el cual el lector puede descubrir como cada vez que Auster cree tocar fondo sin la esperanza de poder salir a flote, una bolsa de estudios o una herencia personal modifica su destino alejándolo de esa melancolía que parece fatal.
…La cuestión fundamental es la siguiente: ¿Cómo ganarse la vida cuando no se ejerce una verdadera profesión? El trabajo literario no forma parte del juego económico planteado por el mundo de los trabajos normales…
Es también en 1997 que se publica Translations (una recopilación de textos de Paul Auster hasta entonces imposibles de encontrar) y que viaja por primera vez en su vida a Jerusalén y descubre un país desgarrado. En mayo es presidente del jurado del ‘cincuenta festival de Cannes, en Francia’ y poco más tarde empieza el rodaje de un film personal: Lulu on the bridge, período cinematográfico que durará aproximadamente cinco años, y durante el cual Paul Auster escribirá en sus ratos libres una novela: Tombouctou, que tendrá por primera vez una crítica severa cuando sale publicada en 1999.
El 11 de septiembre del 2001, Paul Auster observa desde el último piso de su casa el humo que invade el cielo de la ciudad, mientras que el viento arrastra hasta Brooklin los olores del incendio y los restos de papeles y curriculums que después de flotar en el aire terminan en el jardín de su casa. Poco después, consagra un artículo que será tomado por todas las prensas del mundo: …Todo el día, mirando las imágenes horribles en la pantalla de televisión y el humo atravesando mi ventana, pensé en mi amigo Philippe Petit, que había caminado entre las dos torres del World Trade Center en agosto de 1974, justo después de los trabajos de construcción de éstas. Un pequeño hombre bailando al borde del vacío, sobre cientos de metros, y en un acto de una belleza indescriptible…el último ataque sobre el suelo americano había tenido lugar en 1812…las consecuencias de esta agresión serán sin duda alguna terribles…Es así que finalmente el siglo veintiuno empieza…
La mala impresión dejada con la publicación de Tombouctou se borra tres años después, en el 2002, cuando aparece El libro de las ilusiones, una novela oscura, angustiante y trágica, en la cual las emociones resultan intensas, y en donde por otra parte Auster recordará los escenarios elaborados treinta y cinco años atrás, cuando había tratado de ingresar a la escuela de cine en París.
En abril Paul Auster viaja a Buenos Aires… El día de su regreso se entera de la muerte de su madre … no era una mujer culta, pero era todo amor…
Mezclando el vértigo al suspenso, la gravedad y las interrogaciones metafísicas en las cuales recoge todas sus obsesiones en medio de una búsqueda espiritual que incluso podría aparentarse a un taller de escritura, e incluso a una coreografía de Hitchcock, Paul Auster publica en el 2004 ‘La noche del oráculo’, verdadero alto voltaje al servicio de la incógnita y el misterio. Novela que se erige repentinamente en medio de un pasado literario ineludible, que se ha ido formando desde sus primeros años con la poesía, la traducción, el ensayo, la crítica y el teatro, hasta llegar al cine. Cabo de una narrativa extensa, fructífera, y mezcla de géneros. La noche del oráculo es sin duda una de sus más logradas novelas. Síntoma citadino y la búsqueda de sí mismo a través de un vagabundeo por los laberintos del inconsciente, el pasado y sus infinitas huellas aleatorias, que además invitan desde sus primeras líneas a un viaje poblado de sueños, alturas, deseos insatisfechos y seres incongruentes que indagan la pieza extraviada de un rompecabezas. Novela con la que el escritor norteamericano ratifica que la imaginación es una fuente de extravíos y laberintos en donde el tiempo se reserva las extrañas ventajas, las mismas en donde sin duda alguna Paul Auster a libro abierto es un misterio que está aún por venir.







Citaciones


-El amor es la única fuerza que puede detener a un hombre en la caída, la única en poseer esa potencia capaz de rechazar las leyes de la gravedad.
El palacio de la luna

-...Cuando se ha probado el futuro ya no se puede volver hacia atrás.
El palacio de la luna

-El simple hecho de errar en el desierto no justifica la existencia de la tierra prometida.
Ciudad de Cristal

-Un libro es el único lugar en el mundo en el que dos extraños pueden encontrarse de manera íntima.
Entrevista en El Express.

-La llave de nuestra salvación es poder dominar las palabras que pronunciamos. Forzar el lenguaje hasta que este responda a nuestras necesidades.
Ciudad de Cristal

-No se pueden poner los pies sobre la tierra si no se ha tocado el cielo.
El Palacio de la luna


-Si no estamos listos a todo, no estamos preparados para nada.
El palacio de la luna

-Nadie se descubre a sí mismo sino es dando una mirada hacia lo que no se puede ser.
El palacio de la luna

-La imaginación es el arte de dar vida a lo que no existe, es el arte de persuadir a los demás de aceptar un mundo que no está ahí.
El palacio de la luna.

-Despreciar a los niños es destruirnos a nosotros mismos, porque nosotros no existimos en el presente sino en la medida en que hemos puesto nuestra fe en el futuro.
Leviathán

-El libro es un objeto misterioso, y una vez que ha emprendido su propio vuelo todo puede suceder.
Leviathan

-Es en el hecho mismo de sobrevivir que existe el triunfo.
La habitación cerrada.

-El cielo en París tiene sus propias leyes, las cuales operan independientemente de la ciudad que se encuentra abajo.
La habitación cerrada.

-Hasta un niño sabe que cualquier verdad puede ser utilizada con el fin de cometer un engaño.
La habitación cerrada.

-La historia no está en las palabras sino en la lucha.
La habitación cerrada

-Sólo la oscuridad tiene el poder de abrir al mundo el corazón de un hombre.
La habitación cerrada.

-Nada es real, salvo el azar.
Ciudad de cristal.

-Las historias suceden sólo a quienes son capaces de contarlas, de la misma forma en que las experiencias se presentan únicamente a quienes son capaces de vivirlas.
La habitación cerrada.

-Toda persona tiene un número limitado de palabras.
Ciudad de cristal.


“…El mismo día en que terminé de escribir ‘La música del azar’,
un libro en donde todo es cuestión de muros, esclavitud y libertad,
el muro de Berlín cayó. No hay nada que concluir, pero
cada vez que lo recuerdo me da un escalofrío…”

Impresionismo pictórico para piano y literatura francesa.





Marlon Meza Teni

Hace ya varios años, después de un fallido curso de interpretación de la música impresionista de Debussy, mi maestro me acompañó hasta la puerta de su departamento y enseguida me recomendó dar una vuelta por el museo de Orsay, y empezar así lo que sería hasta hoy, un largo e inagotable trabajo de incorporación de imágenes y sensaciones a través del movimiento de las artes visuales.
A medida que se deja el terreno de las artes del espacio para entrar en el de las artes del tiempo, la noción de Impresionismo se vuelve más dificil de delimitar. En música, ya no se puede definir en términos visuales la pasión por la luz y las tendencias a la movilidad, pero se les puede buscar equivalentes y de una manera más general tratar de encontrar ya sea en ciertos aspectos precisos del lenguaje o en ciertas orientaciones del sentimiento, algo que haga pensar en el Impresionismo Pictórico.
El Impresionismo musical caracterizado aparece a finales del siglo XIX, y es a Claude Debussy sin lugar a dudas, a quien se reivindica el gusto naciente por un nuevo estilo. Este sin embargo rechazaba el calificativo de Impresionista. A mi parecer, cuando se habla del impresionismo de Debussy, el término resume más bien un ensamble global de la obra de Debussy.
¿ Qué se le puede otorgar al Impresionismo en la obra y en el arte de Debussy ? Una fuente importante de su inspiración se encuentra en la naturaleza, desde el Preludio "Tarde de una fauna (1894) hasta "El mar" (1905) y las obras que seguirán. A pesar de que las intenciones del músico no son esencialmente descriptivas, hay de todas formas lazos sólidos entre la música y el recuerdo de las impresiones percibidas frente a la naturaleza. Si Debussy no es el primero ni el último en transcribir o transformar en música las sensaciones visuales y auditivas que son el resultado de una presencia frente a la naturaleza, la insistencia con la cual él se deja ir haciendo ese trabajo hace evidentemente pensar en la primacía que los pintores impresionistas dan al paisaje. No sería arbitrario en esta óptica, de evocar, «las marinas» de Monet a propósito de «El Mar», o las vistas de «La grenouillère» (lugar con ranas), del mismo pintor a propósito de «Los reflejos en el agua» de Debussy. La predilección común de la música de Debussy y de la pintura impresionista por el agua no pueden sino reconfortar las relaciones que parecen darse entre ambas artes. Estas obras de Debussy al igual que «los jardines bajo la lluvia» y mas tarde sus Preludios, despiertan - que el músico lo haya querido o no - imágenes visuales asociadas a veces, en el caso de «El Mar», a conceptos auditivos no específicamente musicales; y no son imágenes superficiales por decirlo así: anecdóticas, porque Debussy hace sentir, por ejemplo en «Nubes» (1899) o en «El Mar», el movimiento mismo de las cosas, y a veces, el soplo vital que anima y levanta los elementos. Algunos de estos propósitos confirman por otra parte, la orientación de su música en relación a la naturaleza. Es precisamente lo que hacen a su manera los pintores impresionistas, ya que cuando ven en la luz la esencia misma de la realidad, es decir el principio creador de las cosas visibles, van más lejos que la simple retención de imágenes y apariencias y hasta en algunos de ellos, particularmente en Monet después de 1900, un sentimiento que se podría calificar de «cósmico» exalta la visión. Se podría entonces decir que recíprocamente, los pintores impresionistas representando la transformación perpetua de la luz, dan una especie de equivalencia del desarrollo en el tiempo del discurso musical. Este encuentro de la pintura y de la música en la evocación del movimiento de las cosas es significativo de una presencia en común del Impresionismo.
La música de Debussy, no es sin embargo imitativa, y hablando estrictamente, el impresionismo musical puede ser directo únicamente cuando trabaja sobre datos sensibles de orden auditivo. Si el compositor tiene en su memoria las sensaciones visuales, puede entonces dar equivalencias y su impresionismo toma de hecho, cierto carácter abstracto, y si se quiere, hasta metafórico. Efectivamente son los equivalentes sonoros del espectáculo visual que proporciona la música de Debussy y que organiza según sus propias conveniencias. Esta equivalencia no se queda puramente genérica, más bien produce en el lenguaje musical ciertas formas de escribir y componer que podemos comparar a las maneras impresionistas de pintar… Por ejemplo, el empleo corriente de disonancias que crean una harmonía inédita, al igual que en los pintores la harmonía es suscitada por el procedimiento insólito de la yuxtaposición de tonos puros, diferentes, y a veces distantes los unos de los otros.
La música de Debussy se apropia del ritmo espontáneo que perpetúa el desarrollo de ciertos enlaces sonoros, respondiendo así, a los aspectos significativos de la pintura impresionista. No sería por lo tanto y en ningún caso arbitrario considerar el Impresionismo como uno de los ingredientes del arte de Debussy. ¿Es posible descubrir esta presencia en otros músicos de los últimos decenios del siglo XIX ? Se podría pensar en Chabrier, quien pertenecía a la generación de los pintores Impresionistas, que era amigo de estos y que coleccionaba sus cuadros. Parece ser que Renoir lo consideraba como un músico impresionista, esto me hace pensar en sus «Piezas pictóricas» (1881) (aunque estas en realidad no revelan un impresionismo caracterizado) Se puede también encontrar un eco impresionista en Fauré, particularmente en su «Balada para piano y Orquesta» (1879). El arte de Fauré no es sin embargo un arte de la "Sensación", por lo que sería más prudente catalogarlo en su esencia, como extranjero al Impresionismo. Ravel pertenece a una generación más joven, aunque su obra se extienda sobre todo en el siglo XX. No es sin embargo prohibido hablar de Impresionismo en sus primeras composiciones como «La Habanera» (1895) o los «Juegos de Agua» (1901) que están rodeados de cierta atmósfera Impresionista. Fuera de Francia la música permaneció bastante ajena a un verdadero Impresionismo. Es necesario recordar por una parte, que el impresionismo pictórico, creación esencialmente francesa, no fue en otros países sino un arte de importación, recibido distintamente y según las regiones, y que logró difícilmente hacer sentir su influencia fuera del dominio de las artes visuales. Hay que notar por otra parte, que el Impresionismo musical apareció en Francia de manera tardía y que no pudo extenderse afuera antes del finales del siglo XIX. Las pocas huellas del impresionismo que se encuentran en el extranjero son particulares a ciertos compositores de esta época: R.Strauss, Gustav Mahler, Schönberg o Grieg, y aunque estos se refieran más que nada a un impresionismo genérico derivado de otras fuentes, es sólo después de 1900 que se manifestará verdaderamente, y pensando en la influencia de Debussy, un Impresionismo específico.
Lo mismo sucede con la literatura. Solo en Francia se pueden encontrar igualmente algunas manifestaciones del impresionismo literario. Es significativo que los escritores que mostraron abiertamente un interés por los cuadros impresionistas, como Zola, Huysmans o Mirabeau, no se hayan dejado atraer cuando escribían sus novelas por la estética que inspiraba a estas pinturas. A pesar de que se hayan inspirado a veces de los cuadros impresionistas para traer la descripción de las cosas o los personajes.
Son más bien los lazos tejidos entre la música y la poesía los que sería interesante resaltar, y particularmente el hecho de que Debussy haya traducido en música los poemas de Mallarmé y Verlaine. Es natural por una parte, inducir cierta afinidad entre esta música y aquella poesía, pero otra cosa es saber en que medida esta afinidad tiene un color impresionista, y lo que probablemente se pueda poner en ellos como derivado del impresionismo, (vuelvo a lo dicho) es el lugar que ocupa la sensación. Verlaine yuxtapone sensaciones de toda clase en donde los sonidos de la naturaleza están evocados con gracia y sutileza. Es comprensible que Debussy haya tratado de prolongar estas evocaciones en sonidos musicales, enriqueciendo la atmósfera impresionista que rodea a estos poemas. Otro rasgo que se aparenta al impresionismo, es el carácter discontinuo del verso, sensible en Verlaine y más aún en Mallarmé, el ritmo poético adquiere así mobilidad, y una fluidez que evoca los trazos de la pintura impresionista. La serie de «Paisajes Belgas» (1872) en los «Romances sin palabras» de Verlaine son particularmente característicos del arte que sugiere las cosas que están cambiando la expresión a través de la discontinuidad del verso.
Los ritmos entrecortados, la sintaxis rota, son los prosistas quienes dan el ejemplo. En los hermanos Goncourt se ha señalado desde hace mucho tiempo el carácter impresionista al escribir, (incluso se ha disertado acerca de "la sintaxis impresionista de los Goncourt") En realidad estos, tienen el mérito de haber sido los precursores y de haber practicado el impresionismo antes que los pintores, ya que pertenecen a una generación antigua en donde se empezó a escribir a principios de la segunda mitad del siglo XIX. Estos, rechazan la regularidad de la frase y la continuidad en las descripciones y los análisis, porque quieren que su escritura traduzca con fidelidad la profusión de detalles pictóricos y los cambios perpetuos de la vida. Su «Diario» comienza en 1851 en un momento en que los futuros pintores impresionistas están empeñados en elaborar una nueva forma. Existe entre los escritores y pintores de la época un compromiso íntimo entre las modalidades del lenguaje y de la naturaleza de lo que se expresa. Los Goncourt son observadores fervientes de la Modernidad; rasgo común al naturalismo y al impresionismo. Sería entonces necesario, considerar a los hermanos Goncourt como auténticos representantes del impresionismo, y hasta de contarlos dentro de los inventores de esta nueva estética.
En la generación siguiente se puede encontrar efectivamente cierto impresionismo en la literatura de Daudet, y sobre todo en su copilación de cuentos "Cartas de mi molino" (1869), en su manera de escribir imágenes instantantáneas que traducen con espontaneidad un boceto de impresiones vivas, aparentando su visión a la de los pintores impresionistas. Un poco más tarde Loti aparece más ligado aún al impresionismo en sus novelas: "Aziyade" (1879) "Mi hermano Yves" (1883) "Pescador de Islandia" (1886) o en sus recuerdos de viaje: "Isaphan", 1904. Este, evoca como los Goncourt la realidad por medio de la discontinuidad y hace de sus libros un espejo de sensaciones. Sensaciones que se escapan, que sugieren más de lo que describen, pero sensaciones sobre todo vibrantes. Los modos impresionistas se prolongarán en otros prosistas de los cuales la obra literaria pertenece primordialmente al siglo XX, como Proust o Colette. Se puede de hecho, llegar fácilmente a la conclusión de que el Impresionismo es un fenómeno que afecta esencialmente a la Pintura. Es ahí donde encuentra su forma, y a pesar de que la literatura haya demostrado un poco antes las mismas características, es en todo caso en la pintura en donde suscita testigos a la vez numerosos y extraordinarios en su desarrollo. Los otros campos de actividad creadora no cuentan mucho. La arquitectura y la escultura están brevemente o casi nada relacionadas a este movimiento. La música deja ver ciertos modos que pueden, sin abusar del término, ser vistos como impresionistas, pero estos se limitan más que nada a Debussy. En cuanto a la literatura, el impresionismo se deja llevar por ciertos poetas y prosistas en los cuales este movimiento no es más que un elemento del arte. La preponderancia de la pintura es en conclusión: incontestable. Por otra parte el Impresionismo es un fenómeno sobre todo francés. Es en Francia que nace y es ahí mismo que da sus frutos más notables. El impresionismo lleva en sí, una manera más general de invocar su presencia fuera de los límites de lugar y tiempo en el que se desarrolló. El Impresionismo resuena en el tercer cuarto del siglo XIX como un llamado a la libertad. No es el primero, puesto que las dos revoluciones, romántica y realista, llevaban ya a las fuerzas libertarias. El Impresionismo establece la autonomía de la pintura, concediendo la idea de que el cuadro existe por sí mismo. En las otras artes el Impresionismo abre también las puertas de la libertad, puesto que emancipa la escritura musical separándola de las normas tradicionales de la harmonía consonante y de la continuidad del discurso. Libera también el idioma de los prosistas y de los poetas de las reglas convencionales que rigen la sintaxis. Este fermento de libertad que anima la creación estética más allá de 1900 me hace pensar con bastante reserva que el Impresionismo se desata de los lazos que hasta entonces retienen la nave del arte a las orillas de la tradición, dejándola navegar hacia tierras desconocidas en un viaje sin fin. Tal vez también el Impresionismo haya marcado una nueva huella de sensibilidad y de comportamiento de los hombres, modificando así existencialmente y a fondo, las orientaciones y los ritmos de la vida contemporánea. El siglo XX llega. Cargado de innovaciones y artes que reivindican; y que a su vez, también pasarán dejando nuevas huellas…






París, Verano del año 2001.

Razones de amor




Marlon MezaTeni


Valentín era obispo en italia hace muchos años, y había hecho varios milágros, cuando un filósofo pagano vino a suplicarle que salvara a su hijo enfermo. Valentín –de quien solían decir que pudo además ser médico-aceptó, con la condición de que en aquella familia todos se convirtieran al cristianismo si el niño sanaba. Todo sucedió como en los bellos cuentos, y el niño sobrevivió… salvo que Valentín había sido advertido con anterioridad por sus tratos con los paganos, y que aquel milagro fue la gota que rebalsó los raros cántaros de la tolerancia religiosa, y por orden superior de Roma se ordenó dar muerte al obispo Valentín, quien desde entonces se convirtió sin saber por qué razones en el Santo Patrono de los apicultores y de los enamorados. La duda persiste, aunque seguramente los estudiosos medievales hicieron un lazo entre la luna de los enamorados y la miel de las abejas, de lo cual resulta simple y sencillamente una ‘Luna de miel’… Esto me lo contó un libro de hagiografía ( Historia de la vida de los santos ) en la biblioteca de Puteaux, en un pequeño pueblo que está unido a París unicamente por un puente sobre el río Sena.
El amor es un sentimiento tan profundo que vuelve tímidos a los temerarios. De él también se derivan las más bellas intenciones, como los peores desencantos ; y queda claro que si pudieramos definir a cabalidad nuestra ruta de emociones por el mundo, todos seguiríamos siendo las palabras de un hombre y una mujer que se encuentran, se aman, y un día viven muy felices o quizás se abandonan. Sucede que el amor es una glándula del tiempo que suele dejar sellos. El amor abre abismos y apaga o enciende estrellas. Borra distancias. Desconoce fronteras. Pero el amor no es literatura si no se escribe sobre la piel, sugiere una canción de Joan Manuel Serrat, aunque muchos sean los libros y las palabras con que miles de autores, o simples seres repletos de pasión han llenado la historia de la humanidad.
Por esos lamentos y por sus grandezas, ahora me atrevo a intercalar mis absurdos entre huellas e ilusiones, incluso con varias referencias literarias que a más de alguno parecerán extrañas, pero que en alguna noche podrían servirle a usted si se siente muy solo, muy abandonada, o viceversa ; o quizás también cuando se sienta dichoso, o hasta más triste que una guitarra sin cuerdas. El amor, es sin duda alguna, el único remedio contra todos sus contrarios, y aunque al amor no lo cure nada -ni siquiera el tiempo o la historia-, no se aflija, pues por amor vale la pena ser testarudo hasta con el olvido, aunque sepa, sin embargo, que es más importante amar que ser amado.
-No nos da risa el amor cuando llega a lo más hondo de su viaje, a lo más alto de su vuelo : en lo más hondo, en lo más alto, nos arranca gemidos y quejidos, voces de dolor, aunque sea jubiloso dolor, lo que pensándolo bien nada tiene de raro, porque nacer es una alegría que duele. Pequeña muerte, llaman en Francia a la culminación del abrazo, que rompiéndonos nos junta y perdiéndonos nos encuentra, y acabándonos nos empieza. Pequeña muerte, la llaman ; pero grande, muy grande ha de ser, si matándonos nos nace. (Eduardo Galeano)…
El amor, es sin duda alguna, la búsqueda y la espera más noble a la cual un ser puede consagrar la vida. Lea « Como agua para chocolate » de Laura Esquivel y « El amor en los tiempos de cólera » De Gabriel García Márquez, que son historias con todos los ingredientes del tiempo, por aquello de que usted esté viviendo impaciencias y crea que al amor nunca le llega el momento. Y es que algunas veces los amores se viven en medio de espinas, y hasta tienen un jardín no tan secreto del que poco le importa a uno lo que piensen los demás. De ser así ; a usted, el que quiso ; al que hoy ama, y al que seguirá conjugando los males y las alegrías del amor en pasado, y futuro imperfecto, le recomiendo leer aparte de los tristes y frescos « Romeo y Julieta » de Shakespeare y « Cyrano de Bergerac » de Edmond Rostand, los Veinte poemas de amor y una canción desesperada de Neruda, pero antes que todo, la poesía completa, o la que encuentre de Mario Benedetti, quien logra un ritmo musical imprescindible a todo verso -en este caso los de amor- y que por otro lado forman una poesía hecha a la medida de cualquier circunstancia.
Porque te tengo y no / porque te pienso / porque la noche está de ojos abiertos / porque la noche pasa y digo amor / porque has venido a recoger tu imagen / y eres mejor que todas tus imágenes / porque eres linda desde el pie hasta el alma / porque eres buena desde el alma a mí / porque te escondes dulce en el orgullo / pequeña y dulce / corazón coraza … porque te miro y muero / y peor que muero / si no te miro amor / si no te miro / porque tú siempre existes dondequiera / pero existes mejor donde te quiero… (Mario Benedetti)
A usted, el que cree que en materia de hallazgos sentimentales es el mejor, el más afortunado, y también el más desgraciado cuando le toca un turno para llorar. A usted, el que ha perdido al amor cuando menos se lo esperaba. El que no cree más. Al que acaba de encontrarlo a la vuelta de una esquina, o en una cena de amigos. En un parqueo o en alguna discoteca. En un supermercado, un restaurante, o hasta en un avión mientras compartía su miedo a las nubes con su eventual vecino de catástrofes aéreas. A usted, que sabe que al amor se le ve seguido en donde menos se le espera, a ese amor que de pronto se ve inmiscuido en reclamos, histerias y barullos, le recomiendo leer « El libro de los amores ridículos » de Milan Kundera ; y descubrir –si aún no lo ha hecho- « Mañana en la batalla piensa en mí » « Corazón tan blanco » « Un hombre sentimental » « Mientras ellas duermen » y cualquier otro libro de Javier Marías, que sin duda alguna es uno de los escritores españoles contemporáneos de mayor peso. ¡Sin titubeos ! (Esto, porque quiero salirme de los márgenes tradicionales, y porque también estoy omitiendo muy a propósito los libros que cualquier académico arrogante le recomendaría como un credo ; pero si puede no deje de leer a « Doña Inés, Historia de amor » de Azorín, y los ineludibles de la literatura clásica –y libertina- francesa. Sería largo enumerarlos pero me atrevo a evocar a « Madame Bovary » y « La educación sentimental » de Gustave Flaubert. « En búsqueda del tiempo perdido » de Marcel Proust « La religiosa » de Diderot « Los Crimenes del amor » del Marqués de Sade, y desde luego « Las amistades peligrosas » De Choderlos de Laclos.
A quienes guardan un beso secreto en los pasillos de la memoria. Un beso del que nunca podrán hablar. Los besos son los termómetros del amor, y es a través de ellos que nos damos cuenta de la gravedad de su estado, dice Armand Silvestre.
Al que conoce la emoción y el placer de poder desnudar. Al que no inventa métodos para atraparlo y al que se expone a los inconvenientes. A quien el amor le haya cortado ya las uñas, limado asperezas y enjuagado el mal humor. A quien gracias a éste se descubre distinto cada mañana sobre la almohada, y al que se despierta con sus aromas pegados a la piel, me animo, y le recomiendo para salir de modas, leer del noruego Knut Hamsun « Pan » « Victoria » ; los « Amares » y el « Libro de los abrazos » del uruguayo Eduardo Galeano, y « Desnuda como la primera vez » de Humberto Ak’abal… Quise guardarte como guardan los pájaros su canto en el corazón… Y ya ves / sin saber cómo / tu nombre se me ha caído de las manos…
Soñé con escribir un poema que no dijera nada. Simplemente que me recordara algo, alguien…desnuda…como la primera vez. (Humberto Ak’abal)
Al hombre de amores urbanos y a las mujeres de encuentros y placeres mórbidos. Al rebelde y al testarudo que igual llevan el amor frágil, les suplico que lean « Ciento volando de catorce » los sonetos de Joaquín Sabina. Bendito sea el sello de los sobres / de las cartas que llegan a tus manos / la sopa del cocido de los pobres / la ropa que te quitan los veranos. Benditos sean los gordos maricones / el himen de las tímidas lesbianas / Los locos que se creen Napoleones / los mocos que se comen las fulanas … Benditas sean las rubias calentonas / que se bajan las bragas con cualquiera / las niñeras que salen respondonas / y arrinconan al niño en la escalera…Las enfermeras que suben la fiebre / las tetas de pezón hospitalario / los gatos que no dan gato por liebre / los gozosos del rosario…
Tambien « Las Putas asesinas » de Roberto Bolaño y la imprescindible literatura de Juan José Millás. Lea de él todo lo que pueda. Desde sus cuentos hasta sus mejores novelas « La Soledad era esto » « El desorden de tu nombre » y « Dos mujeres en Praga »
Al viejo que por amor se pinta las canas. A la mujer madura que un día se descubre llorando de alegría. Al viejo verde que ama en vivo y a todo color. A usted que ve en ella ternura y no gordura. Al que en alguna euforia dijo una palabra que luego lamentó. Al que por amor haya vivido el ridículo con la frente en alto. Al viejo que bendice el Viagra y al hombre que un día fue el niño que soñó en llevarle flores a su maestra. Al pobre que recorre distancias y gasta zapatos por ver la luz de su amor en la ventana. Al que usa la tinta de los sueños en cartas que terminan en chibolas de papel. Al que se sorprende llorando por viejas fotos o recuerdos hallados en un cajón de infancia. Al que sabe que al amor también le salen arrugas. A quien cree que el amor nunca enmohece, y al que ama en secreto y sin preguntas a un ser prohibido, lea « 5 horas con Mario » de Miguel Delibes « Unas Vísperas muy largas » de Mario Monteforte Toledo. « La velocidad del amor » de Antonio Skarmeta y el ineludible « Lolita » de Vladimir Nabokov ; pues hay bellos y raros amores con desvíos, a los cuales lo mejor es acercarse a través de la literatura y no de otra manera.
A quien le nace una gama de sonrisas cuando ve el nombre del ser amado escrito en algun sitio. Al que bendice los teléfonos celulares porque le permiten escuchar la música de su voz cuando anda de viaje. Lea la poesía de César Vallejo. Entre a http://www.palabravirtual.com/ Usted, el que ha envejecido en la soledad silenciosa de antiguos amores. El que siente taquicardias cuando oye una vieja canción. Al que cree en la poesía de José Alfredo Jiménez más que en la de Neruda, o al que prefiere las guitarras y el amor entre tequilas, antes que al vino entre cuerdas de Schubert. Al que haya leido Cien años de Soledad sin conmoverse y al que haya compartido la histeria de una telenovela entre hermanas, criadas y abuelas. ¡Lea poesía ! Lea « Soles » del argentino-guatemalteco Jorge Carrol. Al que sabe que con los labios se puede hablar de amor sin decir una palabra. A usted, el mismo que como al viejo de Luis Sepulveda, le gusta leer novelas de amor. A usted, el que piensa como Mario Benedetti que si Dios fuera una mujer que lindo escándalo sería, y que sabe también que una mujer desnuda y en lo oscuro tiene una claridad que nos alumbra. Al que aún cree que el amor perdido se fue de viaje con un boleto de ida y vuelta. Lea toda la poesía de Luis Alfredo Arango, lea « Los doce cuentos peregrinos » de García Márquez y « La cueva sin quietud » de Monteforte Toledo.
¡Lea poesía ! Baje nubes y póngalas de almohada aunque sus sueños amanezcan húmedos y no encuentre sol para secarlos. A usted, al que engañaron y sigue confiando. Al que engañó y aún sufre por el daño causado. Al ser anónimo que busca en internet las palabras de un desconocido que puedan traerle la ilusión de una caricia. A usted, el que un día fue hostigado por amores y que hoy ha puesto su última fe en los evangelios de una agencia matrimonial, así como se pone la tristeza de los muertos en una funeraria. A usted, el que sabe que muchas veces los recuerdos suelen contar mentiras. Al que sabe del secreto que el amor procura en una cocina compartida a dos. Al marido que no recuerda la edad de su mujer pero que nunca olvida su cumpleaños. Al hombre que sabe que las mujeres lindas son para los hombres sin imaginación, y al que aún se emociona con un timbrazo o el ruido de un motor que asoma desde lejos. Al homosexual que siente lo mismo. A la prostituta que descubre una emoción en lo que ya creía que era un desierto de lágrimas. Al que después de darle la vuelta al mundo encontró el amor en la amiga fiel del barrio. A quien haya anochecido en la incomprensión de un amor incestuoso. Al que conserva caricias de azul en los rincones más secretos del cuerpo. Al que sabe que el eco del amor es el recuerdo y que donde el eco del amor se pierde nace el olvido.
A usted que sufre más de la manera en que perdió, que de lo perdido. Al que confió una, dos y tantas veces. Al que salió defraudado y sin embargo aún hoy confía en las ventajas del amor. Al que como Cortázar también puede decir No me dés tregua, no me perdones nunca / Hostígame en la sangre, que cada cosa cruel sea tú que vuelves. / ¡No me dejes dormir, no me des paz ! (…) No seas caricia ni guante (…) Desespérame.
A esos que al hacer un balance de sus tristezas, lamentos, y los vicios del desgaste y sus melancolías. A los seres de rupturas, de celos, remordimientos, engaños, fiascos, distancias, y a los que coleccionan soledades. A esos que comprenden que nada puede aliviar el punzante y silencioso dolor que provoca una pena de amor, y que hacen suyo el ‘El manual para salvar el odio’ de Julio Cortázar, al decir… Cuando ella o él te dejen no perdones / Niégate a comprenderlo / Cultiva bien tu odio / Nunca seas generoso en palabras o en olvido…Cuando ella o él te dejen, nunca digas adiós, o ‘Qué vamos a hacer’ / Maldice cada letra de su nombre / y júrale odio eterno mirándole a los ojos… Cuando ella o él te dejen, nunca creas ni justificaciones ni promesas / y busca las palabras más hirientes / El insulto más infame que conozcas (…) Porque cuando ella o él te dejan / habrá alguien tarde o temprano esperando en otra esquina / y volverán a gozar en otros brazos / y dirán ‘Te amo’ y ‘Ven, dámelo todo’… Y olvidarán… ¿Para qué entonces mentir ? / Que ella o él se lleven nuestro odio…Para siempre.
Al que que como don Juan, vive persuadido que la seducción es meterse en el sueño y en el espíritu de una doncella como un arte, y que salir cuando se quiere es una obra maestra, y en el equivalente de « táctica y estrategia » de Mario Benedetti que dice Mi táctica es quedarme en tu recuerdo / no se como ni sé con que pretexto pero quedarme en vos…mi estrategia es que un día cualquiera / no sé cómo ni sé con que pretexto/ por fin me necesites…
Al que sepa que cualesquiera que sean los dramas que sucita el amor, nadie escapa a sus propios deseos, y a ese que cree en el amor y en la poesía como en el más acertado antónimo de las leyes de la religión y del dinero. Lea sin embargo la Biblia que está llena de historias de amor sin decretos. Del amor, de Stendhal ; y no olvide que la poesía es el último refugio del silencio y de todas las libertades.
Estas palabras son para el que sabe que si un falso pudor pudiera servir a las inútiles excusas del desamor, o a la esperanza de las emociones irrecuperables, al menos podría hacer suya la frase de Jean Cocteau que asegura que ‘Si los misterios del amor nos dejan atrás, podríamos fingir al menos en ser los organizadores’
Al que se anima a leer la parodia de « Los derechos humanos » como una epístola de amor y que sabe que tú, el, ella, nosotros, ustedes, ellos, ellas, y yo, podemos conjugar el futuro de un planeta en donde los libros de amor y de poesía pueden más que las fronteras y sus guerras.


Granos de amor y desamor


-Dios hizo el coito. El hombre hace el amor. Los hermanos Goncourt

-Amor es la clave que permite abrir los corazones, los sexos, las sacristías… Henri Laborit

- Mientras más desnudo está el amor, menos frío tiene. John Owen

- El hombre ama poco y seguido ; la mujer ama mucho y rara vez. Madame B.

- Cuando una mujer tiene una profesión no necesita un marido, con un amante le basta.
Alfred Capus

-Una mujer que tiene un amante es un ángel, una mujer que tiene dos amantes es un monstruo, Una mujer que tiene tres amantes es una mujer. Victor Hugo

-Las mujeres prefieren a los hombres que las toman si comprenderlas, y no a los que las comprenden sin tomarlas. Marcel Prevost.

-El matrimonio es la traducción de un poema de amor. Alfred Bougeard

-El suspiro de una mujer enamorada llega más lejos que el rugido de un león. Proverbio Arabe

-La fidelidad no es una prueba de amor. Es sólo falta de curiosidad. Proverbio Italiano

-Hay amores que comienzan con un sueño y terminan en un bostezo. Jean Sarment

-Anuncio Matrimonial : Miguel, en la cuarentena, cascarrabias, con un carro viejo, algunas deudas, haragán de vez en cuando, no muy guapo y para nada deportista, busca una mujer que se sienta motivada por la vida…

-Las caricias son tan necesarias a la vida de los sentimientos, como las hojas lo son a los árboles. Sin ellas, el amor se muere desde la raíz. Nathaniel Hawthorne

-Hay un placer delicioso en abrazar a una mujer que le ha hecho a uno mucho daño, que ha sido su cruel enemiga durante mucho tiempo, y que está lista a seguirlo siendo todavía. Stendhal

-Lo espantoso no son los amores que rompen, sino los que se pudren. Maurice Chapelan

-Placer de amor no dura sino un momento. Tristeza de amor dura toda la vida. Florian

-Arránqueme, señora, las ropas y las dudas. Desnúdeme, desdúdeme. Eduardo Galeano

-La ternura es el descanso de la pasión. Joseph Joubert

-El amor le pone alas hasta a un cerdo. Ricardo Arjona

-Te reto a que me olvidés.Y que tu todo no tiemble. Y que no falle. Y que no entierre.
Alan Mills

Angeles Callejeros II

Mi ángel de la guarda aparece siempre en sentido contrario,
sobre la acera , la calle o en la carretera.
Supe de él, después de cruzármelo en el mismo barrio
durante una semana entera.

-¿Curioso, no le parece?, le dije.
-Soy su ángel de la guarda, me contestó.
-Se supone que tendría que andar a mi lado
para protegerme, ¿o me equivoco?
-Usted con sus ojos se ocupa del frente. Hay en cambio
muchas cosas que no puede controlar a su epalda.
En sentido contrario a su mirada puedo proteger la retaguardia.

-Hasta mañana, si decide volver por aquí, se despidió.

Así aprendí, que una desgracia me seguía
en aquel lugar del barrio en que lo conocí
y que los ángeles guardianes
no viven detrás de nosotros como muchos creen.
Uno los encuentra precavidos en sentido contrario
y cuando hay algún peligro que la mirada nos oculta.

La impresión paranoica que aletea en nuestra espalda
y sobre nuestros hombros, no es la de ángeles guardianes, sino asesinos terrestres,
mariposas negras,
y rapaces hambrientos de mal agüero
que como nosotros, caminan con la vista hacia la muerte.

(Marlon Meza Teni. Noches de pan con luna.
Poètes des cinq continents. L'Harmattan. Paris 2004)

París Blues en el Jazz de Cortázar





Marlon Meza Teni



Desde hace ya cierto tiempo que vivo con la agradable certeza de que si la composición musical en sí misma está influenciada por la literatura, la creación literaria ha obtenido igual provecho de las influencias del arte musical. De hecho, el Jazz ha inspirado páginas elogiosas de referencia en la obra de un número considerable de escritores, y si la preponderancia no generaliza en este caso, no son raros aquellos en los que esta expresión musical toma un lugar privilegiado. Al igual que Boris Vian, de quien puedo afirmar con el fervor de un adepto que su obra entera está verdaderamente poblada de Jazz, Julio Cortázar atiborró literalmente y en el buen sentido de la palabra, gran parte de sus textos, de Jazz y Blues. El interés de Cortazár en esta «Forma» nace bajo la impresión de ser la única música que reúne la noción de escritura automática o improvisación total de una escritura. Atraído por el surrealismo y metido de lleno en la lectura de autores como Bretón, Crevel y Aragón, el Jazz se convierte en un equivalente musical del surrealismo. Leer de nuevo o por primera vez el texto extraño y magnífico « El Perseguidor » incluido en los relatos de «Las Armas Secretas» es penetrar en la literatura sonora, sombría y sórdida, por qué no decirlo, del universo noctámbulo del Jazz con aires de tabaco, soledad y cierta desesperanza conformista que hace pensar en el lamento del «Blues urbano»; un universo que lejos de abandonar los elementos principales de sus raíces, se adapta a los cambios sociales de «América » en lo que muy pronto se bautizaría como Be-bop, y el Middle Jazz, posterior a la segunda guerra mundial. Cortázar esculpe involuntariamente un estilo de escritura similar a un «Standar de Jazz»: una línea melódica elaborada sobre una sucesión de acordes que se construyen a voluntad; lo que me hace pensar en el paralelo, nada casual cuando se sabe la importancia del Jazz en éste, con el título de su libro «Modelo para armar». Hablo de noción involuntaria porque al igual que la lectura, la música y otras artes, el inconsciente se impregna a través de los sentidos, provocando una raíz cultural de imágenes y formas que más tarde resurgen en una mixtura de innovaciones artísticas, o literarias en este caso. Profundizar en la literatura de Cortázar es escuchar el sonido oscuro y penetrante del auténtico canto negro-americano envolviendo el recorrido de sus personajes a la manera de una música para filmes; hago un paréntesis y cito, como ejemplo, la música de Miles Davis en el Filme «Ascenseur pour l'échafaud" (Ascenseur hacia el patíbulo) de Louis Malle, o la adaptación musical de Herbie Hancock para el Film de Bertrand Tavernier « Round Midnight » (Alrededor de la media noche ) Cualquiera de estos dos filmes carecería de sentido, si la música desvelada, elemento principal del mismo Jazz con que Cortázar ilustra sus textos, estuviera ausente. Podría quizás decirse entonces que la notoriedad de ciertos filmes y libros se debe a que estos ilustran de manera servil el protagonismo merecido que le corresponde al Jazz, y no viceversa. Un hecho verídico que la mayor parte de cineastas y escritores serían incapaces de confrontar a las razones de renombre de una buena taquilla o de "tal" éxito literario…! Sólo se me ocurre como posibilidad en un dilema sano que no dejaría de ser inútil y anecdótico cuando las artes se conjugan.
La obra mayor de Cortázar es sin lugar a dudas Rayuela. Con precaución me atrevería a opinar que en ella se encuentra el viaje más fascinante que la literatura hispanoamericana haya consagrado indirectamente a la historia del Jazz. Un texto, que pasando de la novela al ensayo, de la reflexión a la acción, lleva en sí, esa música imperecedera que acompaña y condiciona la escritura hasta convertirla dentro de otras tantas cosas y ¡con que tacto! en un catálogo discográfico digno de confianza para el amante del Jazz, o el neófito que sienta el deseo de iniciarse. Cortázar nos lleva por la voz brumosa y melancólica de Bessie Smith (la emperatriz del blues) cantando I wanna be somebody's baby doll, nos hace sentir la necesidad de respirar hondo como Colemans Hawkins antes de atacar una melodía, al igual que respira uno de sus personajes cuando se digna explicar un verso oscuro a otro. Nos hace renunciar a seguir los juegos de Dizzi Gillespie sin red en el trapecio más alto…El capitulo 17, que muestra su admiración por el gran Louis Armostrong, es de todas las alusiones que existen en Rayuela, el canto al Jazz más apasionado y conciso. Rayuela es una novela escrita sin precipitación a lo largo de varios años en París. Cuando es publicada por primera vez en 1963, Julio Cortázar tiene 50 años de edad, y 12 de vivir en la capital francesa. La obra está dividida en dos grandes partes: «Del lado de allá» (situada en París) y «Del lado de acá» (el personaje ha vuelto a Buenos Aires) A esto se añade una tercera parte, «De otros lados» (llenos de material textual, citas biblilográficas y autocríticas atribuidas a uno de sus personajes) El contraste musical entre las últimas partes y la primera salta a la lectura. El Jazz que inunda los hechos acontecidos en París, es más escaso en el Buenos Aires del tango. En una opinión muy personal que prevalece únicamente por la experiencia no me queda sino decir que, si bien París es conocida como la ciudad luz también (y al igual que Nueva York) es una ciudad «Blues»…
El 'blues', una de las estructuras escenciales del Jazz está definido por cualquier diccionario como un género poético de la expresión musical negro-americana. Etimológicamente es un canto de soledad, desesperación y tristeza lírica. Julio Cortázar se queda a vivir en París en 1951 después de haber llegado con una beca del gobierno francés. De esto deriva indudablemente el desarraigo evidente, entre las dos primeras partes de la novela (París y Buenos Aires), al que Cortázar se ve confrontado. La perdida de una identidad absorbida por la gran ciudad europea frente a la posibilidad de comprender gracias a la distancia, la realidad hispanoamericana, ¿Cuántos artistas y escritores no se han encontrado ante tal disyuntiva? ¡De quoi avoir le blues!, razones para tener el sentimiento del blues, o de tristeza y soledad si se prefiere, a buen decir de los franceses y mal sentir del cosmopolitanismo que reside. De esta forma el lector advertido puede escoltar su recorrido a través de las páginas de Rayuela con una discografía selecta que combina y revela, gracias al sentimiento profundo del Jazz, los trayectos del universo interior de Cortázar. La enumeración de grabaciones y músicos de Jazz que éste hace, nos dá una idea que supone con bastante evidencia los gustos de Cortázar en materia de Jazz. En una entrevista con su amigo Omar Prego, Julio Cortázar señala...Cuando llega el momento en que tengo ganas de escuchar Jazz, nueve de cada diez veces saco los discos de Duke Ellington, Armstrong, y los viejos cantantes de Blues…
Al paso de sus obras mayores y relatos más breves, Cortázar nos hace escuchar un disco de Benny Carter que llena toda la atmósfera en su cuento «Carta a un amigo de viaje» en Bestiario, otra de Gerry Mulligan en «Las armas secretas», una canción de la radio salvada de la vulgaridad gracias a la voz de Ethel Waters en «Lucas, sus canciones errantes» de Un tal Lucas en la cual la enumeración de pianistas de Jazz en Lucas, sus pianistas brotan a sabor, desde Jelly Roll Morton, Bud Powell hasta Keith Jarret pasando por el pianista francés de Bebop Georges Arvanitas a quien la otra noche comenté mis lecturas acerca del Jazz de Cortázar y sonrió con sabor a recuerdo "de los viejos tiempos"…En otro cuento, «Un lugar llamado Kindberg» de su copilación en Octaedro, un aire lleno de ritmo es repetido con el nombre del mismo saxofonista Archie Shepp, por una muchacha chilena haciendo autostop. Uno de los personajes del Libro de Manuel se define como "el que escucha free Jazz". En Modelo para armar Cortázar nos lleva a un club oscuro de mala reputación, con un grupo de jóvenes tirados por el suelo para poder escuchar mejor los solos de Ben Webster de paso por Londres. Uno de mis textos jazzísticos preferidos despues de las decripciones extraordinarias de La vuelta al día en ochenta mundos y del personaje de Johny Carter, (a la memoria de Charlie Parker), en El Perseguidor (una cuestion subjetiva de gustos y muy personal) se encuentra en «Los autonautas de la cosmopista o un viaje atemporal París-Marsella» escrito por Cortázar dos años antes de su muerte, con su compañera de vida la novelista americana Carol Dunlop, en éste, Julio Cortázar se sorprende de haber llevado únicamente tres cassettes de Billie Holiday y nada de Ella Fitzgerald o de Helen Humes, tres cassettes de Fats Waller y uno solo de Duke Ellington y Armstrong; no se trata de un juicio de valor, porque ha metido esos cassettes apresuradamente al salir por la mañana, el hecho es que se encuentra con «…una hora de música de Charles Mingus y una más de Jelly Roll Morton, y apenas con diez minutos de Lester Young… afortunadamente ha tenido el cuidado de llevar …lo mejor de Bix y Trum que suenan tan bien, claro y perfectamente tallados en la noche de los parqueos…»
Julio Cortázar abre su sorprendente «…Vuelta al día en ochenta mundos» anunciando que además de deberle a Jules Verne el título de la obra, es a Lester Young, (saxofonista de Jazz) a quien debe… la libertad de haberlo transformado: …«Una noche en que Lester llenaba de humo y lluvia la melodía de Three Little Words sentí más que nunca lo que hacían los grandes del Jazz, éste invento que se mantiene fiel al tema que combate, que transforma o irisa. (…) Lester escogía en ese momento el perfil, casi la ausencia de tema, evocándolo como la anti-materia evoca talvez a la materia. (…) Con el Jazz, desemboco siempre sobre lo abierto.(…)
La analogía funciona en mi como en Lester el tema melódico que lo lleva al lado opuesto de una tela tejida, ahí donde los mismos hilos y los mismos colores se forman distintamente» Esta copilación incluye otros dos textos que pueden considerarse dentro de las páginas más bellas de la literatura Jazz: Un homenaje en Clifford, al trompetista Clifford Brown, muerto en un accidente de tránsito a los 26 años, y su ¡extraordinaria! Vuelta al piano por Thelonious Monk escrito despues de un concierto al que el escritor asistiera en Ginebra en 1966. Un texto de referencia para leer cuantas veces sea necesario.
Sin embargo no es la alusión permanente que Cortázar hace al mundo del Jazz lo que lo convierte en un escritor «Jazz». Su escritura está directamente influenciada por esta «Forma musical», como lo declara en la entrevista con Omar Prego…«He tratado que la frase no diga solamente lo que quiere decir, sino que lo haga de una manera que refuerze el sentido, que la introduzca por otros caminos, no en el espíritu sino en la sensibilidad del lector (…) El ritmo de la frase actua sobre el lector sin que éste se dé cuenta. Esto explica…lo que sucede al final de mis relatos, la importancia que atribuyo al ritmo final. No puede haber allí una palabra, un punto, una coma, o una frase de más. El relato debe llegar fatalmente al final como una gran improvisación de jazz o una gran sinfonía de Mozart…»
¿Cómo referir el producto de dos artes conjugadas en este caso?, y ¿qué agregar como conclusión acerca de la importancia literaria en la música y viceversa; de ambas como elementos de desarrollo en sistemas vetustos de educación deficiente… Del aspecto histórico-social del Jazz, y del camino hacia la expresión de nuevas formas? como ha sido el caso de la emigración y la esclavitud en la cual surgía el jazz hace poco más de un siglo. Innovaciones cargadas de lirismo poético. Una terminología sonora transformada en léxico de una nueva literatura que resulta del amasijo entre la cultura afro-americana y el surrealismo hispanoamericano. El Jazz como equipaje musical del emigrante, del solitario, del creador… quizás solo sean elementos paralelos de la escritura. Hay días como los de siempre en París, en ese «París blues» lleno de calles dulcemente laberintas, y personajes de Cortázar en los que cualquiera se bebe un poco del color jazz entre despojos de papel, o recorridos invernales a orillas del Sena. Hay días como hoy en los que abro un libro mientras escucho la voz de Billie Holiday, o el canto infantil de un pensamiento moribundo en el gemido de Chet Baker. Hay días en que camino durante la noche despues de vivir un poco mas blues que de costumbre; días en los que por esas extrañas razones que uno no sabrá nunca a que revancha atribuir, vuelvo a leer viejos tomos olvidados o amontonados por todas partes. Días en que me siento hundido en el azul «jazz» con que se han manchado mis hábitos desde hace algunos años en París, y que me creo sincero y con ánimo para decirle al primer venido: Lea a Cortázar y echele el llanto del Jazz a sus noches, y disculpe que no le de la mano pero acabo de salir de un piano y tengo las manos manchadas de blues…

París, Otoño del 2000