sábado, 8 de noviembre de 2014

La "Torpeza" en el discurso de David Unger, Premio Nacional de Literatura Miguel Angel Asturias.


Recientemente recibí por mail el discurso del escritor David Unger, que me pareció más bien un enunciado romántico escrito desde la exaltación, la plata metida entre la bolsa, y la adrenalina provocada por el reconocimiento. Citándolo transcribo textualmente algo que me pareció vergonzoso de su parte: "También quisiera darle las gracias a los artistas guatemaltecos que (...) siguen laborando como artistas sin irse corriendo a buscar la próxima beca en el extranjero, para nunca más regresar a este país".
Me explico porque me concierne. Yo soy artista, y me fui del país con una beca bien ganada, con mucho esfuerzo y con el único deseo de mejorarme como ser humano. A mí, Guatemala no me dio ni siquiera el pasaje de avión para irme, y en 30 años de vivir en Francia, Guatemala nunca me ha enviado tan sólo una invitación con el fin de efectuar un intercambio entre lo que allá saben hacer y lo que yo pueda eventualemente aportarles. Mi vida artística me la he ganado solo, como ha sido el caso de cientos de artistas que murieron en el extranjero pensando en volver a Guatemala siempre, empezando por el escritor que lleva el nombre del premio de literatura que aceptó David Unger, y recientemente el caso del artista plástico Jacobo Rodríguez Padilla, un hombre recto y fiel a sus ideas hasta el último de sus días.
En su discurso, el escritor denuncia con mucha dignidad las desgracias ocasionadas por las dictaduras militares, pese a aceptar un premio del Estado. (En Francia y durante la segunda guerra mundial a todo aquello que tenía tendencia a cooperar o auxiliar al regimen Nazi se le llamaba colaboracionismo... pero pregunto ¿Cómo se llama en Guatemala aceptar un premio de un gobierno al que se insulta? Poco me importa, allá cada quien con sus nociones, porque yo también soy anti-militar y me considero un hombre de izquierda, pero aclaro: Ningún artista se va corriendo de Guatemala, como tampoco los hay que se queden en el país sólo por amor a Guatemala). Y lo que quiero decir es que, independientemente de los discursos patrióticos, a todos los artistas en el extranjero les ha costado mucho sudor y sacrificio vivir lejos de su país, dejar a su gente, verla a menudo morir desde la distancia, y sacrificar todo por el arte.
Por mi parte siempre he mantenido contacto con el medio cultural de Guatemala, y he tratado de "colaborar" en el buen sentido con todo lo que puedo en el ámbito local. En ninguna ocasión sin embargo, he tenido el gusto de encontrarme con el Sr. David Unger en ninguna manifestación literaria o cultural.
Por otra parte las becas de artistas en el extranjero no son asunto de sacudir un árbol y que caigan a montones. Por eso mismo no existe dos categorías de artistas guatemaltecos: los locales y los que viven afuera. El artista guatemalteco es antes que nada artista en dondequiera que esté. Y por su actitud demuestra por lo general un movimiento de resistencia verdadero.
Y por último, no creo que haya un sólo artista que viva hoy en Guatemala, que sea capaz de desaprovechar la oportunidad de una beca en el extranjero para salir corriendo como él lo pinta, y nunca más regresar a Guatemala. Salvo los que probablemente tienen fuertes responsabilidades y vínculos familiares que se los impide, empresas con las que pueden sobrevivir y seguir en paralelo con el arte y la cultura, o quienes simplemente tienen asegurado un puesto gubernamental sea cual sea el partido político de turno y que prefieren a su manera seguir haciendo una labor útil en el país callada la boca, o renegando de todo como primer gesto del día.
El comentario de David Unger es eufórico y prefiero pensar que es un tanto torpe desde su visión burbuja al crear dos categorías de artistas.
Yo soy artista, y como muchos otros, que han vivido afuera, he vuelto a mi país probablemente muchas más veces que las que el mismo David Unger ha vuelto.
Aunque su discurso, ambiguo en gran parte, sea también un discurso acertado y bonito sobre papel, me parece que hablando menos diría más. O se denuncia y no se agarra parte del botín, o simplemente se toma el premio como un reconocimiento del gremio lo más discretamente posible y a sabiendas de que en Guatemala todo es un relajo en donde cada quien agarra lo que puede. Pero no se puede tener todo a la vez: La denuncia política y el premio de un gobierno corrupto al que se denuncia.
Personalmente no conozco su obra pero con curiosidad la leeré.
Marlon Meza Teni.
artista guatemalteco.
Medalla del Senado de Francia.

http://www.youtube.com/watch…
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