Mi ángel de la guarda aparece siempre en sentido contrario,
sobre la acera , la calle o en la carretera.
Supe de él, después de cruzármelo en el mismo barrio
durante una semana entera.
-¿Curioso, no le parece?, le dije.
-Soy su ángel de la guarda, me contestó.
-Se supone que tendría que andar a mi lado
para protegerme, ¿o me equivoco?
-Usted con sus ojos se ocupa del frente. Hay en cambio
muchas cosas que no puede controlar a su epalda.
En sentido contrario a su mirada puedo proteger la retaguardia.
-Hasta mañana, si decide volver por aquí, se despidió.
Así aprendí, que una desgracia me seguía
en aquel lugar del barrio en que lo conocí
y que los ángeles guardianes
no viven detrás de nosotros como muchos creen.
Uno los encuentra precavidos en sentido contrario
y cuando hay algún peligro que la mirada nos oculta.
La impresión paranoica que aletea en nuestra espalda
y sobre nuestros hombros, no es la de ángeles guardianes, sino asesinos terrestres,
mariposas negras,
y rapaces hambrientos de mal agüero
que como nosotros, caminan con la vista hacia la muerte.
(Marlon Meza Teni. Noches de pan con luna.
Poètes des cinq continents. L'Harmattan. Paris 2004)
1 comentario:
Me encantan tus datos personales, Ahora solo vengo a leer poesìa, pero prometo regresar a leer un algo màs.
Asi que me interesa crear este vìnculo, para volver. No es fàcil encontrar buenos blogs.
Ahora mismo hace mucho frìo, nadie nos dijo que habrìa dìas como este.
Cuide mucho de su armònica, serà que està en Do?
Bye.
Mp.
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